Locos por las nueces

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

Una ardilla pilla en problemas

Con una estética clásica y un presupuesto bajo, “Locos por las nueces” cumple con el público familiar.

¿Te acordás del Gum gum style? Esperá a los créditos finales de Locos por las nueces, que tiene un videíto interesante para ayudarte a refrescar.

Mientras tanto, disfrutá de la historia de Surly, una ardilla que detrás de su apariencia flacucha esconde a un bichito pícaro y sarcástico; un roedor que se hizo la fama de ventajero y logró el destierro del parque que compartía con congéneres y vecinos.

Pero alguien como él, que más sabe por vivido que por ardilla, encuentra rápido la manera de sobrevivir el próximo invierno. Desde el pequeño puesto de nueces tostadas en el parque, Surly termina cayendo por accidente en el sótano de la tienda de origen, un lugar que aparece cerrado al público por reformas, pero esconde un tesoro que podría salvarlo de por vida y a los otros roedores.

El asunto está en cómo hacer para que le crean cuando sólo la compasiva Andie, Buddy, una rata con más corazón que luces, le dan alguna oportunidad. Está en cómo lograrlo, cuando el popular y narcicista Grayson no deja de hacerle sombra.

Más allá de estas cuestiones mínimas, el mayor desafío será sortear al grupo de mafiosos que utiliza a la tienda como guarida, luego de un importante robo en el banco del barrio.

De Corea al mundo

Locos por las nueces es la película de animación más cara realizada en Corea del Sur y la segunda que llega a las pantallas internacionales en los últimos días.

No obstante el dato, sus 42 millones de dólares de presupuesto la dejan, en comparación, muy por debajo de los números de superproducciones estadounidenses.

Pero sale airosa del rodeo, con la dirección de Peter Lepeniotis, con experiencia en los estudios Disney (Toy Story 2). De hecho, esta película que cuenta con aportes de Canadá y Estados Unidos, tiene mucho del estilo clásico de las películas animadas, donde los caracteres y personalidades reciben una atención especial, independientemente de la animación, que para el caso es satisfactoria.

El relato reserva momentos de humor con algunos personajes secundarios absolutamente carismáticos -la pittbull de la tienda tiene un guión aparte-, y acción, en un lapso que resulta cómodo como espectáculo para compartir en familia pero que debe tener en cuenta la atención de los niños.

Dato: Aunque aquí llegó doblada, entre las voces de la versión original se contaron las de Will Arnett, Brendan Fraser, Liam Neeson y Katherine Heigl.