Lo que fuimos

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Lo que fuimos es una película altamente combustible, casi una invitación a incendiar la pantalla con lugares comunes y golpes bajos: un paso exitoso por el Festival de Sundance, una enfermedad degenerativa, una familia disfuncional, dos hijos con relaciones amorosas problemáticas y atravesados por la soledad, y hasta una nieta adolescente en plena crisis vocacional. Sin embargo, durante gran parte de su metraje, el debut en la realización de Elizabeth Chomko –que se basó en hechos reales ocurridos con su madre para escribir el guión– se mantiene sobre los carriles de la sutileza y la sobriedad.

En la primera escena, Ruth (Blythe Danner) sale de su casa en camisón en pleno tormenta de nieve y sin rumbo definido. Una llamada a Bridget (Hilary Swank), quien vive hace años en la otra punta de Estados Unidos, la obligará a volver a sus pagos junto a su hija Emma (Taissa Farmiga) para reunirse con su hermano Nicky (Michael Shannon) y el padre de ambos, Bert (Robert Forster), primero para buscarla y luego para decidir cómo continuar de allí adelante. Sucede que Ruth padece un Alzheimer avanzado y a su marido, más allá de los esfuerzos, le resulta imposible controlarla. Claro que después de 60 años juntos será muy difícil que acepte internarla en un geriátrico.   

Imposible no prender las luces de alerta ante ese panorama, pero Chomko toma dos buenas decisiones. La primera es eludir el dramón familiar facilista matizando el dolor del entorno ante la enfermedad degenerativa con bienvenidas dosis de humor negro (todo lo contrario a la circunspección desgarradora de Siempre Alice, otra película con el Alzheimer como disparador dramático). La segunda es dirigir a sus actores de forma tal que la distancia emocional que hay entre los personajes vaya diluyéndose a medida que compartan tiempo juntos. Lentamente irán tornándose más complejos y sus conflictos, aunque mil veces transitados (relaciones amorosas infelices, presiones familiares, la irreverencia de la adolescente), adquirirán matices y una profundidad poco habitual en este tipo de películas.

Con un elenco impecable encabezado por Hillary Swank (la actriz contemporánea con dos Oscars menos conocida de Hollywood) y el siempre extraordinario Michael Shannon, Lo que fuimos pierde parte de su potencia cuando, sobre el final, incluya varias golpes de guión precipitados. No obstante, el resultado es un retrato sobre los vínculos tan noble como desgarrador, un relato madurativo en el que los integrantes de esa familia aprenderán a (con)vivir con la realidad que les toca.