Lo habrás imaginado

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Lo habrás imaginado es un thriller entretenido, eficaz y particularmente ambicioso en el horizonte del cine argentino contemporáneo. Uno que mezcla corrupción, servicios de inteligencia, rosca política, redes de pedofilia, empresarios mafiosos y violencia de género, entre otros temas de enorme urgencia y trascendencia en la actualidad del país.

Todo arranca cuando Guille (un siempre correcto Carlos Portaluppi) llega a una fiesta que organiza una vieja amiga del secundario llamada Abril (Diana Lamas) y a la que también va el tío de ella, Ángel (Mario Pasik). La simultaneidad está lejos del ser casual: el primero es, en realidad, parte de lo que suelen llamarse los “sótanos de la democracia”, una zona de los servicios de inteligencia donde las funciones originales se mezclan con operaciones y negocios paralelos.

Guille investiga a Ángel por su supuesta participación en una compleja red de trata de personas a través de su fundación internacional con base en Chicago. Mientras Abril desconoce todo el trasfondo, será su pareja la que empiece a sospechar que nada es lo que parece. Entre medio de esa investigación, distintos asesinatos y amenazas ejecutados con frialdad por matones de los dos “bandos” no harán más que complejizar la situación.

La mencionada ambición le juega por momentos una mala pasada a un relato que se enrosca con su propia cola, como si en su voluntad de ampliar temas no supiera cómo entreverarlos en un todo homogéneo. En otros, en cambio, la realizadora Victoria Chaya Miranda maneja con indudable oficio la tensión y el suspenso, ayudada por una atmósfera que contrasta la belleza inmaculada de la casa de Abril con la suciedad (literal y metafórica) de la fábrica abandonada que funciona como base operativa de Guille y su equipo.