Lluvia de jaulas

Crítica de Gretel Suarez - Visión del cine

Está disponible en VOD Lluvia de jaulas de César González, una mirada potente y distinta sobre los barrios marginalizados y sus habitantes, especialmente los jóvenes.
Barrios populares que son cárceles a cielo abierto, donde la belleza coquetea con la violencia. El reino de los niños insubordinados, veteranos del plomo. Un jardín de flores amputadas que, con muletas a cuestas, igual crecen y bailan.

César González nos comparte su mirada aguda sobre dos conceptos contrastados: el de pertenencia y el de soledad. Desde ellos construye un montaje que deambula cíclicamente, de forma sonora y visual, por Buenos Aires, específicamente los barrios Carlos Gardel, 21 y 31, las calles de Florida y Lavalle y las inmediaciones del Obelisco, todo a través de la infaltable presencia de Alan Garvey.

Su riqueza recae en las preguntas que como espectadores nos iremos haciendo durante el film y, también, una vez finalizado, pues es un documental reflexivo y pueda que algunxs lo cataloguen de ensayo. Lo cierto es que, desde su inicio, podemos sentir esa conexión personal directa cuando el propio César aparece en una voz en off extradiegética por sobre la imagen de una mujer que cocina: él la presenta como su abuela Genoveva. Y es ahí donde nos dice, esto es personal y todo lo que “vean” acá será a través de mis ojos.

Pueda que durante el film nos preguntemos ¿nos está mostrando o estamos observando? Bueno, eso depende del sitio desde dónde vos te sientes a mirar. Quizás sepas qué silla elegir respondiendo lo siguiente ¿quiero deconstruir lo que se me dio masticado?

Siguiendo por la línea del estereotipo, el director pone en evidencia cómo lo que para algunxs es “entretenido”, para otrxs es totalmente abrumador, por ejemplo, todes seguramente, en algún momento, hemos consumido Policías en acción en la tele. En líneas generales vemos como la policía, “los buenos” de la historia, irrumpen abruptamente en el barrio de “los malos”, al que de hecho ingresan con las cámaras literalmente sentadas dentro del patrullero, de afuera hacia adentro, o sea invadiéndoles.

En este film, González consigue cambiar el discurso haciendo uso de las mismas imágenes grabadas por la policía, apropiándoselas, resignificándole el punto de vista simplemente parándose del lado invadido. Y desde ahí nos interpela ¿te entretiene que la policía irrumpa violentamente en tu casa, en tu barrio, violentando a tu gente? Este es un documental personal porque el director es parte de él y su temática lo atraviesa pero, a la vez, nos enseña que lo personal es político y, por lo tanto, también social.

Su registro visual está acoplado a una banda sonora hipnótica, en la que, por momentos, pareciera cumplir la función de “silenciar” las mentes que están demasiado alerta, simbolizando quizás al propio sistema que nos necesita dominadxs y callados. La voz en off aparece como pensamiento poético y crítico, a la que se le suman citas de Marx y Ángela Davis. A través del sonido, el director, irá progresivamente sacudiendo el polvo de las mentes más durmientes, siempre que el despertar sea decisión libre y propia del espectador y/o espectadora porque cuando la experiencia piensa por sí misma, ahí surge algo potente y eso es Lluvia de jaulas.

Este documental tuvo su estreno mundial en el FICIC y luego fue la apertura del 19 DOC Buenos Aires y actualmente está disponible en VOD https://vimeo.com/ondemand/lluviadejaulas

César González nos invita a la reflexión mientras nos enseña a cambiar el lente con el que miramos y nos dice que la supervivencia depende de la cordura y la cordura está en poner atención a los silencios.