Llámame por tu nombre

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La historia del descubrimiento del amor para un joven de 17 años, Elio, músico, lector ávido que tiene todas las ventajas de una alta cultura que da el dinero y la especialidad de su padre un profesor que se dedica a la cultura grecorromana y una madre traductora, ambos académicos. A esa villa de ensueño en Liguria llega para hospedarse por pocas semanas otro profesor, invitado por sus padres. Un hombre de 24 años, bello como las estatuas que muestra el film. El adolescente indolente, repara en el “usurpador” de su dormitorio, con una curiosidad que luego se transformará en deseo. Al mismo tiempo, tanto el, como el visitante, Olivier, tienen pequeñas historias con mujeres. Aunque el adulto sepa y reprima lo que siente por el muchacho. Pero para Elio todo es descubrimiento, el sexo con una chica que resulta torpe y el enamoramiento intenso, dramático, primero y único de ese hombre al que ve perfecto. Es un amor que se inicia intenso y con fecha de terminación anunciada. El director Luca Guadagnino, el guionista de lujo James Ivory, sobre la novela de Andre Aciman, le otorga a ese amor un marco de belleza incomparable. No solo el paisaje, sino los objetos de esa villa, las antigüedades, las obras de arte, los colores a veces tenues y otros refulgentes del mundo que rodea a los protagonistas, los claroscuros de los momentos del día y de la intensidad sin límite de los sentimientos. Una experiencia de sensualidad tan potente como solo puede ser un primer amor que irrumpe aparatosamente en una vida. No hay tragedia, solo la del adiós, y la de un época, los 80, en que declararse gay no era lo habitual. La vuelta de tuerca esta dada por la reacción de los padres, inteligentes, abiertos y envidiables. Un film con cuatro nominaciones a los Oscar: mejor, película, mejor actor Timothee Chalament (Elio), mejor guión adaptado y mejor canción (“Mistery of love” de Sufjan Stevens). Una historia de amor que propone con toda intensidad perderse en el otro.