Línea de fuego

Crítica de Nicolás Garcette - Fancinema

Jason Statham y apenas un poco más

Todo empieza mal para Broker (Jason Statham), agente de la DEA (Drug Enforcement Agency, la agencia estadounidense de control de drogas) infiltrado en una pandilla de motociclistas traficantes de metanfetamina: al final de la redada que inicia la película, se ve implicado en la muerte del hijo del jefe de la pandilla. Todo empieza mal también en este nuevo film de acción del famoso actor británico: esa primera secuencia resulta bastante torpe y laboriosa. Por suerte, el resto será mejor; por desgracia, apenas un poco. Dos años después de ese fiasco, Broker trata de empezar una nueva vida, más tranquila, en un pueblo retirado de Luisiana con su hija de diez años, hasta que esta, en eso fiel retrato de su padre, se topa con el matón de su escuela. Desgraciadamente para Broker, el tío del chico, Gator (James Franco), es también el principal traficante de metanfetamina del lugar…

Basado en un guión de Sylvester Stallone, Línea de fuego se beneficia de un elenco bastante notable: Statham sigue siendo muy eficiente en las escenas de pelea, siempre con esa gran economía de recursos para un efecto máximo; Franco encarna un traficante un poco más complejo que los que se suelen ver en las películas de Statham, un poco bravucón, un poco cobarde, superado por los acontecimientos que desata; Winona Ryder, en una de sus demasiadas escasas apariciones en el cine, personifica una adicta que intenta hacerse un lugar en ese mundo violento de rednecks, más socia que novia de Gator. Sin embargo, el personaje más remarcable es probablemente la madre del chico que provoca a la hija de Broker (Kate Bosworth), también adicta, que retoma por su cuenta el machismo que la rodea, sin dejarse encerrar en esa postura. De hecho, las escenas que giran alrededor de su familia figuran entre las más interesantes de la película.

A pesar de eso, Línea de fuego no se destaca por su originalidad. Acumula por ejemplo esas típicas escenas donde algunos pobres infelices amenazan a Statham, sin haberse dado cuenta que es Statham, a pesar de haber sido ampliamente advertidos por él (“¡chicos, soy Statham, despiértense!”) y que este termina haciendo pedazos (¡qué esperaban!). Hay que reconocer que esas escenas son siempre bastante divertidas, hasta jubilosas, además de las mejores de la película. Pero no dejan de ser un poco repetitivas. Línea de fuego no se destaca tampoco por la elegancia de su puesta en escena. Por suerte, John McTiernan ya está volviendo… Además, si Statham es impecable en las escenas de acción, le cuesta muchísimo más en las otras. Las escenas con su hija son particularmente fallidas, mal actuadas por los dos, además de ser demasiado empalagosas.

Línea de fuego resulta bastante honesta: siendo una película de Statham, cumple con lo que se propone, hasta se podría extraer algunos (pocos) toques interesantes. En todo caso, para una inmersión incomparable en el mundo pantanoso de los rednecks, se recomienda ver True detective, probablemente la serie del año 2014, y Lazos de sangre, la película que reveló a Jennifer Lawrence.