Lincoln

Crítica de Elena Marina D'Aquila - A Sala Llena

El imperio del solemne

Spielberg no deja ni por un sólo instante de - la eteeeerna- Lincoln que olvidemos que se está abordando. un suceso histórico como fue la abolición de la esclavitud. Pero lo hace de manera tan solemne que resulta agotador. Daniel Day-Lewis está más duro que el personaje del señor Wood. Los planos que le dedica Spielberg a su rostro inmóvil y de expresión grave -que mantiene durante toda la película-, sumados a la inexpresividad de Tommy Lee Jones y la desbordada actuación de Sally Field, dan como resultado un elenco totalmente desaprovechado. Detrás del abundante maquillaje, Lewis no puede manifestar ni un sólo gesto y como la expresividad queda fuera de las posibilidades, siempre se puede recurrir a los ojos llorosos de principio a fin. Así es como su retrato parecería el de un viejo gagá más que el de un presidente. Abraham Lincoln tenía 56 años cuando murió, el Lincoln de Spielberg parece de 80...