Lightyear

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

Se supone que esta película es la que transforma a Andy, el niño y luego adolescente de Toy Story, en fan de Buzz Lightyear. Es decir, esta es una película de Pixar que se ve dentro del universo Pixar. Lo que le permite ser libre en más de un sentido: volverse al mismo tiempo homenaje y parodia de la ciencia ficción y sus tropos (y clichés) más burdos y repetidos, reírse del propio personaje y producir una aventura vertiginosa sin atarse demasiado a un esquema preexistente aunque, claro, todo se trata de esquemas preexistentes. La historia de las aventuras de este héroe espacial cuya voz (otro rasgo paródico) pone esta vez Chris “Capitán América” Evans (y Evans es un muy cumplido comediante, quien haya visto Scott Pilgrim o las dos primeras 4 Fantásticos lo sabe) funciona muy bien si la tomamos en serio y mucho mejor si no, aunque hay momentos de tensión y aventuras en los que es imposible no estar al filo del asiento. Es cierto: el balance hacia el humor lo da el robot/gato Sox y en general la ensalada funciona. ¿Qué es lo que hace que esta no sea una “gran película” sino solo una muy buena película? Justamente, el guiño, la mirada un poco de soslayo que apenas se sobrepone con esa idea de que “somos Andy mirando la película que lo cautivó como niño”, un grado extraño de inmersión que requiere formar parte de una especie de “equipo cultural”. Es decir, más allá de su excelencia visual, hay algo de gueto en la propia idea, algo que requiere un poc