Liga de la Justicia

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

ACLARACIÓN: las palabras a continuación están escritas por un fanático total de Superman y DC Comics, y que esperó toda su vida por una película de La Liga de la Justicia, así que la siguiente crítica puede estar algo viciada…

Mucho que decir sobre la Liga de la Justicia, tanto que los más fans estaremos años debatiéndola y analizándola. Y este es un primer análisis. Lo primero que me sale es escribir desde el corazón. Es imposible que no se apodere de mi el niño de 10 años que veía a Los SuperAmigos y soñaba con una película de ellos de carne y hueso (con Christopher Reeve por supuesto).

Por lo tanto este film es un sueño hecho realidad y un orgasmo de placer para los más fans porque contiene algunas de las secuencias más esperadas por todos nosotros para contemplar en la pantalla grande.

Se invoca a Jack Kirby y su Cuarto Mundo, la serie animada de Bruce Timm y muchos guiños más que pasan muy rápido y no serán notados por lo que no son del palo. Y ahí una de las primeras diferencias que voy a señalar con respecto a Batman v Superman, cuyos guiños eran mucho menos inclusivos y dejaban al espectador promedio completamente afuera por secuencias enteras.

Este film es mucho más ligero, con menos vueltas, menos pretensiones y mucho más lineal. Por lo que seguramente será mucho mejor recibido que las predecesoras de Zack Snyder a un punto más alineado con Wonder Woman de Patty Jenkins. Es divertida sin llegar a ser estilo Marvel y tiene solemnidad. Eso está muy bien balanceado.

Cada uno de los personajes tiene su momento genial y el público se engancha. Ezra Miller sorprende y tapa dudas sobre su elección, el carisma de Jason Momoa sale de la pantalla, Ray Fisher está muy bien. Ni hablar de Gal Gadot, cuya Wonder Woman es cada día más inmensa y desata más y más pasiones.

¿Ben Affleck? La gran incógnita de este elenco. Hay un bajón notorio en su interpretación y me pone muy triste… Ojalá siga siendo Batman, porque es el mejor que ha existido y va a ser muy difícil de superar.

De Henry Cavill no puedo hablar por razones obvias, al igual que de miles de detalles que quisiera comentar pero son spoilers así que me los guardaré. Entre ellos una escena que no me gustó para nada e incluso odié. En lo que si me voy a detener, y a modo de explicar un poco, es en el tono raro e hibrido que posee la película.

Para ello hay que hacer un breve repaso: el rodaje de Justice League comenzó tan solo unas pocas semanas después del estreno de Batman v Superman, película a la cual le fue muy mal con la crítica y que dividió las aguas con los fans cuyas vertientes tendieron más a los molinos de los que la odiaron.

Allí se abrió una verdadera grieta muy extremista, que por un lado tomó a Zack Snyder como un Mesías por un lado y un demonio por otro.

Al no alcanzar la recaudación esperada por Warner se hicieron cambios un tanto abruptos en el tono y se reescribieron escenas en pleno rodaje.

Pero el gran cambio vino cuando la película se encontraba en fase de post producción y Zack Snyder renuncia debido a una tragedia familiar. Es Josh Whedon quien tomó las riendas ahí, re-filmando unas cuantas cosas (se dice que un treinta por ciento) y acentuando ese tono más ligero que se había buscado por el Estudio y que parece que Snyder no entregó en el primer corte.

La consecuencia se nota en la pantalla y esa es mi principal objeción. Porque si bien en estilo es un film Snyder, en diálogos es Whedon. Una colisión que por momentos funciona muy bien y que por otros no.

De todos modos, mi mayor objeción es que se nota mucho la tijera. Muy editada para que dure menos de dos horas, lo que hace que muchas situaciones se resuelvan fácil, que no se profundice y que los vínculos entre los personajes no se desarrollen lo suficiente.

La película cuenta con la ventaja de que el público conoce muy bien a la mayoría de los personajes, no hay que explicarles mucho. Algo que no sucedía en la Fase Uno de Marvel con las películas individuales de cada héroe hasta llegar a Avengers. Mucho de lo filmado quedó afuera, muchos subplots y backrounds de personajes. Incluso algunos actores que rodaron sus escenas ni aparecen.

Otro dato no menor es que esta iba a ser la Parte Uno de una doble entrega y que iba a tener otro final. Todo se cambió para que cierre bien, pero en el camino se perdieron muchas cosas y conexiones con Batman v Superman que ahora no tienen sentido alguno. Whedon sumó a Danny Elfman como compositor, y ahí otra de las patas medio flojas porque se nota el laburo a las apuradas a tal punto que se robó a sí mismo partituras de Avengers y el tema de Batman de Tim Burton. Así como también incluyó pases de John Williams y su icónico Superman Theme.

A la música le falta épica. Cumple y punto. Pese a todo esto, y que da para un análisis mucho más extenso, la película es un goce absoluto.

Lloré dos veces de la emoción, y la sonrisa aún permanece. No me la puedo sacar de la cabeza. Es un sueño hecho realidad.

Aunque prefiera como película a Batman v Superman y esté en contra de muchas cosas que hicieron aquí con la obra de Snyder, Liga de la Justicia es la culminación y al mismo tiempo un nuevo comienzo de un Universo DC magnífico y soñado.

Vayamos por más: por una secuela mejor, por Ben Affleck como Batman, otra de Superman en solitario y todo lo que ya está planeado/anunciado que no es poco. Mientras, disfrutemos de esta fiesta para los fans.