Liga de la Justicia

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

Las películas que viene desarrollando Warner Bros, pertenecientes al DCEU, no están teniendo buena repercusión a excepción de la trepidante “Wonder Woman” (2017). A partir de allí pensamos que la historia cambiaría, no obstante, “Justice League” trajo críticas mixtas. Es por ello que nos preguntamos: ¿Es realmente tan malo el film que reúne a los superhéroes más poderosos e icónicos del mundo?

Comencemos indicando que esta entrega representa una mejora por sobre “Batman Vs Superman” (2016) y la pésima “Suicide Squad” (2016), lo cual no es decir demasiado realmente. Ahora bien, la película presenta varios inconvenientes que terminan restándole puntos a una experiencia cinematográfica que debería haber sido mucho más espectacular.

Esta primera aventura de la Liga de la Justicia nos cuenta la historia tras los eventos de “BvS”, donde Bruce Wayne (Ben Affleck), motivado por la fe que había recuperado en la humanidad e inspirado por la acción altruista de Superman (Henry Cavill), consigue la ayuda de su nueva aliada, Diana Prince (Gal Gadot), para enfrentarse a un enemigo aún mayor. Juntos, Batman y Wonder Woman se mueven rápidamente para intentar encontrar y reclutar a un equipo de metahumanos que combata esta nueva amenaza. El problema es que a pesar de la formación de esta liga de héroes sin precedentes –Batman, Wonder Woman, Aquaman (Jason Momoa), Cyborg (Ray Fisher) y Flash (Ezra Miller) – puede que sea demasiado tarde para salvar el planeta de una amenaza de proporciones catastróficas. Esa amenaza estará representada por Steppenwolf, un Dios que viene a traer la destrucción de la Tierra mediante un ejército de Parademonios de Darkseid. Para ello deberá reunir las tres Cajas Madre en la Tierra, que se encuentran desperdigadas en Atlantis, Temiscira, y una que es ahora parte de Victor Stone, ya que se utiliza como elemento de una solución para reparar sus heridas antes de convertirse en Cyborg.

La trama es súper sencilla sin demasiadas luces o ideas y presenta varias incongruencias en los aspectos narrativos, brindando un relato que argumentalmente no tiene peso. Básicamente tendremos una pelea entre los héroes y el villano de turno (que tiene muy poca fuerza y desarrollo, uno de esos malos cuyas motivaciones y/u origen no quedan claros), al mismo tiempo que la liga intentará revivir a Superman para poder afrontar el inminente apocalipsis. De esta forma, también seremos testigos de una continua sobreexposición de información para poder entender algunos asuntos que vienen del material de origen comiquero.

Habiendo dicho todo eso, y con esas falencias narrativas que además se ven reflejadas en la condensación de la historia y en las retomas que mandó a hacer el estudio (otra vez lo volviste a hacer Warner, no cambias más), podemos decir que nos hallamos ante un producto sumamente entretenido y disfrutable.

Entre el apuro del estudio por sacar el film cuanto antes, (Nolan comentó al respecto diciendo que cuando él planeó la trilogía de Batman, le habían dado tres y cuatro años para crear la secuela, y por eso podía dedicarle mayor atención al guion y a la narrativa) y los conflictos particulares de este largometraje (Zack Snyder tuvo que abandonar el proyecto por motivos personales y dejar la dirección en manos de Joss Whedon) es muy difícil pensar en un “mejor” resultado.

Lo más destacable de la primera reunión de estos míticos personajes tiene que ver con la dinámica y la estupenda química que lograron los protagonistas. Funcionan muy bien como grupo, aún cuando por ahí no se los ve trabajar tanto en equipo (cosa que los Avengers sí lograron en sus films). Sin embargo, la búsqueda estética de DC si es mucho mejor que la que viene elaborando Marvel, ya que tiene un trabajo en la fotografía para lograr un clima/atmósfera particular, a veces ese entorno se ve perjudicado por un mal uso de las imágenes generadas por computadora y por algunos fondos artificiales, pero al menos hay una exploración en los aspectos visuales del film. Algo parecido pasa en la banda sonora, donde también se puede ver una gran construcción de identidad musical que deja en ridículo a cualquier producción de la casa de las Ideas (a excepción de “Avengers 1”). Cada personaje tiene su theme y variaciones del mismo que van sonando en momentos particulares donde cada individuo cobra un mayor protagonismo al de sus compañeros (también funciona bien el fan service de introducir las melodías de “Superman” (1978) de John Williams y las de “Batman” (1989) de Danny Elfman).

En síntesis, “Justice League” es una película que a pesar de tener varias fallas narrativas, logra componer un relato entretenido y disfrutable. Un paso adelante en el universo de DC que viene fundando Warner Bros, que se beneficia del buen casting de sus personajes y la química que tienen entre ellos. Un film que logra encauzarse en el sendero de la búsqueda de identidad propia.