Liga de la Justicia

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

La Liga de la Justicia consolida el renacimiento cinematográfico de la compañía DC en el cine, que meses atrás se inició con Wonder Woman.

En esta producción hubo un enorme esfuerzo de los realizadores por corregir el tono de la historia y todos esos elementos que se le habían objetado a Batman Vs. Superman. El resultado es una celebración del género que nos permite disfrutar a estos legendarios personajes desde la vereda del sol.

Atrás quedaron los conflictos deprimentes y simbolismos teológicos para brindar una propuesta de fantasía y aventuras que se acerca más a su fuente original e inclusive evoca el espíritu que tuvo la Liga en las series animadas de Bruce Timm.

De hecho, durante varios momentos del este film sentí que estaba viendo un capítulo extendido de Justice League: Unlimited y valoro el hecho que los realizadores no tuvieran reparos en mimar un poquito a los lectores de cómics.

El director Zack Snyder, con la colaboración de Joss Wedon, en este caso presenta una película que retrata con más fidelidad los valores esenciales de cada personaje y hay momentos muy emocionantes.

En mi reseña deBatman vs. Superman había mencionado que el problema con el Hombre de Acero no era Henry Cavill, sino el enfoque que le daba Snyder al superhéroe.

Algo que se termina por confirmar en esta película.

Cuando Snyder permite que Superman se comporte como Superman, en lugar de presentarlo como un emo torturado e inseguro, la magia del kriptoniano renace otra vez.

En la Liga finalmente podemos ver a Cavill divertirse más con el personaje, quien asume el rol de liderazgo que le corresponde en esta franquicia con algunas escenas fabulosas.

Lo mismo ocurre con Batman, donde Ben Affleck se consolida con la encarnación más comiquera del cine. Ese perfil de sociópata sanguinario, que estaba más cerca del Punisher que del justiciero de Gotham, quedó erradicado y su personalidad evoca al Bruce Wayne de la historieta.

Wonder Womanpor su parte toma más protagonismo de lo esperado en la historia y si bienGal Gadot brinda otra gran interpretación se percibe un leve cambio en el retrato de la heroína. Si Patty Jenkins hubiera estado a cargo de esta producción dudo mucho que su cámara enfocara en primer plano el trasero de la actriz como lo hace Snyder en este film.

Algo que me dio gracia porque esto sucede también en los cómics según el artista que ilustra a la princesa amazona.

Entre las nuevas incorporaciones, Jason Momoa la rompe con un extraordinario Aquaman que está en perfecta sintonía con el presente excepcional que vive el personaje en la historieta. En este punto se nota una gran influencia de Geoff Johns, guionista estrella de DC, quien se desempeña como director creativo de Warner Bros en esta franquicia.

Lo que ocurre con la Liga es que a diferencia de las recientes producciones de Marvel, uno se sienta a ver la película y reconoce la esencia pura de estos superhéroes.

La mano de Johns se nota mucho en este tema y por eso la experiencia logra ser tan amena.

Cyborgtuvo el mismo tratamiento y el actor Ray Fisher logra una fiel representación de su papel, que captura la personalidad del héroe en el cómic de los Titanes escrito por George Pérez.

La Liga le queda grande al personaje pero al menos es funcional al grupo y la verdad que no molesta.

No puedo decir lo mismo de Flash que en mi opinión es lo más decepcionante de la película.

Es difícil comprender por qué convirtieron a Barry Allen en Peter Parker cuando Aquaman y Cyborg mantuvieron sus personalidades originales.

Ezra Millercompone un Flash inocente e inseguro, víctima del "Síndrome Richie de It", donde no para de hacer chistes en toda la maldita película.

Las encarnaciones del personaje que se vieron en la televisión hasta la fecha son completamente superiores y por ese motivo el enfoque del héroe en este caso hace ruido.

El tema con Miller es que cuando deja de hacerse el gracioso y entra en acción tiene momentos formidables. Su personaje se llama Barry Allen pero en realidad es el Wally West de la serie animada Justice League: Unlimited. Otro elemento donde se nota la influencia de Bruce Timm.

Aclaro que a Flash no lo detesté para nada como al Thor idiota de Chris Hemsworth, pero es el personaje nuevo que menos me entusiasmó.

Simplemente me hubiera gustado ver al Barry Allen original, eso es todo.

Joss Whedon y la música de Danny Elfman.

Aunque la Liga es una película de Zack Snyder la intervención de Whedon se percibe especialmente en tratamiento del humor y los diálogos.

Algunos chistes funcionan mejores que otros (por lo general los malos son los de Flash) pero hay un balance impecable en esta cuestión y el film nunca entra en el terreno de la comedia.

Toda la interacción entre los héroes está muy bien trabajada y el director de los Vengadores contribuyó a equilibrar esa oscuridad y pesimismo que tenían previamente los trabajos del director.

En lo referido a los aspectos más técnicos está es una obra de Snyder donde sorprende con algunas escenas impactantes.

La invasión de Steppenwolf a la isla Themyscira y el combate con las amazonas se destaca entre las mejores secuencias de acción que vi este año en el cine.

Finalmente podemos ver a la reina Hipólita (excelente Connie Nielsen) en un rol destacado y lo mismo ocurre con la breve escena en Atlantis donde Amber Heard presenta una impecable caracterización de Meray nos deja entusiasmados para ver más de ella en la película de Aquaman.

El impacto de ver a todos estos personajes juntos logra ser emocionante y creo que en esto jugó un papel importante la música de Danny Elfman.

Su banda sonora potencia ese sello comiquero que tiene el film de un modo especial.

Si no te emocionás cuando suenan las melodías de la película de Batman de Tim Burton y del Superman de Richard Donner esta temática no es lo tuyo. Son momentos sutiles pero muy poderosos por la carga emocional que acarrean.

Especialmente después de la decepción que había sido Batman vs. Superman.

Debilidades y objeciones de la Liga de la Justicia.

Si bien el entretenimiento que ofrece la película de Snyder es contundente, el film está lejos de ser perfecto y tiene algunas fallas que sería ridículo ignorar.

Un gran problema que afecta a la Liga es que la trama se desarrolla de un modo muy acelerado y apenas le da respiro a los nuevos personajes para que puedan presentarse con mayor solidez.

Muy especialmente en el primer acto, antes que se forme la agrupación, se nota que este film fue masacrado en la edición. Ezra Miller confirmó hace unos días en una entrevista que Snyder había filmado una escena donde Barry exploraba su conexión con la fuerza sobrenatural que le otorgaba los poderes al personaje y quedó afuera de la película.

Es decir que el director exploró mejor a los nuevos superhéroes pero la decisión de Warner en presentar un film que no superara las dos horas afectó bastante su narración.

El conflicto central también se resuelve muy rápido y la gran amenaza del villano termina siendo intrascendente.

La Liga tampoco pudo escaparle al gran talón de Aquiles que tiene el género en el tratamiento de los antagonistas.

Al igual que ocurre con los filmes de Marvely otras propuestas de DC, el malvado Steppenwolf si bien es funcional a la historia no tiene una presencia relevante y su papel es olvidable.

El tema es que la película tenía que enfocarse en la reunión de los héroes, la presentación de los nuevos personajes y la resolución de la muerte de Superman en apenas dos horas. Se hace imposible con esa limitación de tiempo que encima el villano tenga un mayor desarrollo.

Demos gracias que al menos Steppenwolf no tiene monólogos de stand-up.

Por otra parte, como ocurrió con todas las superproducciones de este año, con excepción de El planeta de los simios, la calidad de los efectos digitales es bastante irregular y hay varias escenas que no quedaron muy bien y se ven artificiales.

Snyder se maneja bien con la acción en pequeña escala en las escenas que retrata peleas con los superhéroes, pero cuando las batallas adquieren una mayor dimensión, la calidad del CGI atenta bastante contra su obra.

La Liga no es perfecta y se le puede objetar también algunas cuestiones argumentales, pero con todas sus fallas es una película que tiene el corazón en el lugar indicado y no puedo dejar eso de lado.

Después de ese exponente infumable de idiotez que fue Thor: Ragnarok, con esta producción me permito tener ciertas indulgencias por el cariño con el que aborda los personajes y el tremendo entretenimiento que brinda.

Hay un montón de cosas para mejorar pero la franquicia está bien encaminada y te deja con ganas de ver más.

Recomiendo quedarse hasta el final de los créditos finales ya que hay dos escenas adicionales.

Sin revelar detalles puedo mencionar que en la primera incluyeron un lindo homenaje comiquero que robará varias sonrisas y la otra se concentra en hechos que se desarrollarán en el futuro.

Si son seguidores de estos personajes en los cómics no vayan a buscar la película perfecta. Déjense llevar por esta reunión histórica de superhéroes que durante muchos años fue un sueño inalcanzable.

Ahora que se concretó hay que disfrutarla en una pantalla de cine con todas sus virtudes y debilidades por lo que realmente es; una celebración cinematográfica de todo lo que amamos en el mundo DC.