Liga de la Justicia

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Uno de los eventos cinematográficos más grandes del año, La liga de la justicia, de Zach Snyder, presenta un entretenimiento divertido, ágil, aunque algo flaco. En esta carrera par a par que llevan la factoría Disney/Marvel – Warner/DC, los primeros desde el 2012 contaban con una ventaja, haber unido a todos sus superhéroes en una misma película multiestelar.
"Los vengadores" se convirtió en objeto de deseo y satisfacción para todo el público comiquero que quiere ver a sus personajes preferidos en la pantalla. A DC le llevó más tiempo, comenzó con El hombre de Acero a armar su propio universo conectado, y ya el año pasado amagó el multievento con "Batman Vs Superman" para finalmente rematarla con lo que hace años se viene esperando, "La liga de la justicia".
Durante este tiempo los fans a favor y en contra se hicieron oír. Mientras que a Marvel la taquilla le sonreía más, a DC, según los seguidores le quedaban cosas por aprender. La Liga de la Justicia tiene como propósito principal ese contento, intentar darle a su público lo que buscaban y les reclamaban. A diferencia de "El Hombre de Acero", "Batman vs Superman", y un poco menos "Mujer Maravilla", "Liga de la justicia" resulta un film liviano, pasatista, que tiene por meta principal entretener antes que ser una película enorme.
En definitiva, ser el tanque de temporada y a esperar el próximo. Algo similar a lo que ocurre con las películas de la vereda de enfrente. Olvídense de los planteos filosóficos-morales, de la épica enorme, del despliegue fotográfico para enamorar los ojos, y de las historias con varios ribetes, Liga de la justicia va al grano.
Ubicada inmediatamente después de los hechos de Batman vs Superman, todavía se lamenta la desaparición de Superman (Henry Cavill). Batman (Ben Affleck) y Wonder Woman (Gal Gadot) intentan reorganizarse, pero la amenaza de un nuevo ataque, posiblemente alienígena, está latente.
tanto, una nueva fuerza renace en Temiscira ante los ojos horrorizados de las Amazonas. Steppenwolf (con la voz de Ciarán Hinds), un conquistador de tierras que convierte a todos en temibles criaturas nocturnas, despierta y solo quiere conseguir unas “cajas con poder” suficiente como para dominar todo el planeta.
Batman y Wonder Woman no podrán enfrentarlo solos, y deberán reclutar a quienes ya habían investigado en la anterior película. Así, harán su aparición Flash (Ezra Miller), Aquaman (Jason Momoa), y Cyborg (Ray Fisher), cada uno con una carga histórica y una personalidad diferente. Esto es lo que hará Liga de la justicia, crear un grupo heterogéneo.
De este modo, su tono es balanceado. Batman es la seriedad, Wonder Woman el toque old fashion, Aquaman la arrogancia, Flash la comicidad, y Cyborg lo sombrío. ¿Y Superman? Habrá que verla para saber qué es lo que sucede. El guion de Chris Terrio y Josh Whedom (integrado a último momento) plantea la típica unión de fuerzas y presentación de personajes.
Durante la primera hora el film se resiente con una edición algo entrecortada, a la que le falta cohesión. Son escenas sueltas, cual viñetas, que van saltando de escenario en escenario, preparándonos para lo que vendrá después. Luego, llegará la hora de la acción y la aventura, y ahí sí, la propuesta terminará por definirse. Los personajes están bien delineados, y aunque los ya conocidos tienen mayor peso en la historia, los nuevos tendrán su lugar de lucimiento en la película, y de importancia en la historia global que se plantea. Hay guiños para los fanáticos, y escenas para bajar el ritmo y que no todo sea un martilleo.
También encontraremos bastante humor y referencias a la cultura pop tan de moda, pero nunca se configura como una comedia, ante todo es un film de aventuras y acción. El villano y el rubro visual quizás san sus puntos menos destacables, Steppenwolf no será un villano memorable, Como sucedía en X-Men: Apocalipsis, es más lo que se dice de él que el temor que infunde.
Recargada en efectos visuales, aun en momentos en los que no hubiese sido tan necesario (sobre todo en una escena puntual cerca del final), visualmente luce algo plástica. Se viene diciendo desde hace rato, la sobrecarga de CGI está perjudicando al cine de gran presupuesto.
Zach Snyder (y luego Josh Whhedom para retoques de último momento) armó una película sin grandes pretensiones, que no se complejiza, y ofrece dos horas que pasan rápido y se disfrutan como un buen divertimento. No subestima a su público y tiene en cuenta a los fans. Si es verdad que hace décadas se espera una película en la que estos héroes se reunieran, Liga de a justicia es menos enorme y sustanciosa de lo que pudo haber sido. Aun así, es un producto que no decepciona.