Es el debut de Andrea Braga como guionista y director en un policial cargado de tensión y de suspenso, desde el principio al fin. Un fiscal con muchos conflictos familiares, un solitario hombre de la justicia que regresa a su pueblo natal para resolver crímenes siniestros. Allí se encontrará con sus amigos, el jefe de policía y su esposa. Mientras la sangre y los secretos parecen intrincados, mezclados con obsesiones personales, de a poco se descubre un verdadero ecosistema de corrupción, de dolores escondidos y la verdadera tragedia de los estragos producidos por los agroquímicos y quienes deciden utilizarlos silenciado voces y conciencias. Alejandro Tort es el intérprete ideal para ese hombre torturado por sus acciones y recuerdos. Muy buena las labores de Violeta Urtizberea y Javier Drolas.