Lea y Mira dejan su huella

Crítica de Alejandra Portela - Leedor.com

De gestos contradictorios trata este mediometraje de 52 minutos que se estrena mañana domingo en MALBA. El gesto de la solidaridad vrs el del abandono, el de la esperanza y la fe contra la desesperación, la felicidad de la infancia vrs la adultez humillada. La vida frente a la muerte. De decisiones y milagros trata este film que con buena cantidad de fotografías y los conmovedores testimonios de dos mujeres que hoy viven en Argentina (la Lea y Mira del título) se vale la realizadora Poli Martínez Kaplún para describir el Holocausto nazi, 83 años después del comienzo de la guerra y 71 años de la liberación de Auschwitz.

Lea (Liza) Zajak de Novera nació en Bialystok, Polonia, donde pasó una infancia feliz; pero, a sus 12 años, en Septiembre del 1939, al estallar la Segunda Guerra mundial, su vida se quiebra para siempre y fue liberada por los rusos a orillas del Río Elba el 23 de abril de 1945.

Mira Kniaziew Stupnik nació en Bialystok, Polonia en 1928. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, la armonía del hogar que compartía con sus padres y hermano fue quebrada. Al producirse la división de Polonia entre URSS y Alemania, su ciudad quedó controlada por el ejército soviético, pero en 1941 ingresaron las tropas alemanas y se desató la cacería humana.

Se traen hijos a este mundo tan horrible? es una de las grandes preguntas que quedan resonando. Las respuestas están en el presente de ambas al que se llega despues de atravesar el relato de la infancia feliz y sus canciones, los horrores de los campos de concentración, su llegada a la Argentina.

Hoy, Lea y Mira se vuelven a contar esas historias (es buena la elección del diálogo entre ellas donde se prometen pasar los domingos mirando películas) que seguramente contaron miles de veces, pero que se propusieron dar a conocer al mundo para luchar contra la discriminación.

Lo mejor de todo es que la cámara sabe capturar estas historias como si fueran narradas por primera vez.