Le Nouveau

Crítica de Federico Bruno - Fancinema

LA JUVENILIA DE LOS FRANCESES

La adolescencia es, para el joven realizador Rudi Rosenberg, una moneda de dos caras: la pelea de opuestos (cool – nerd) mantiene la tensión de una comedia que cierra por donde se la mire. En Le nouveau los adultos forman parte del decorado y los jóvenes son juez y parte de una historia vista desde los ojos de los perdedores; un tío desempleado oficiará de comodín entre los grupos etarios siendo a veces la reserva moral e inmoral de la sociedad.

La sensibilidad de la obra para demostrar la irrupción en lo desconocido nos carga de metáforas. De modo que podremos asociar esa primaria parisina con algún lugar que transitamos y esa crueldad infantil con cualquier opresión injustificada o sin razones aparentes. El film se nutre de lo naif para lograr desde el momento cero en el espectador una extrañeza estilo Lovecraft: los otros huyen de mí, pero no desconozco los motivos.

Con actuaciones colosales y precedentes tan bien logradas como en Hugo, Submarine y Stranger Things, anhelamos ser parte de esos bandidos que desde el bullying y la incomprensión terminan revelándose de una manera explosiva y bizarra. Los enamoramientos precoces saben pegar los giros adecuados al momento de caer en un lugar común y salir corriendo a soldadear a uno de los nuestros, encabeza la lista de preocupaciones de estos chicos que no pretenden más que celebrar una fiesta donde ninguno se quede afuera.

Lo que hace más entrañables a los personajes es su capacidad de reírse de ellos mismos y los límites de su inocencia. También es interesante el modo que se apropian de ciertos elementos de la cultura pop que desde el prejuicio les son ajenos, terminan cantando en un aula una versión inaudible y cómica de un hit del DJ David Guetta. La historia amorosa flaquea en algunos momentos pero no marca mesetas en una película que se dota de un buen guión para contar una historia en 80 minutos y hacerlo bien. Es una apuesta innovadora entre la sobreabundancia de sagas que poblaron las carteleras este 2016.

Humor negro y perseverancia son los engranajes principales de la maquinaria humilde pero potente llamada Le nouveau. Rosenberg firma una carta de amor muy sentida y vinculante a la adolescencia, ese período inexplicable donde nos sentimos solos hasta que de pronto llegan otros para hacernos compañía. Promete risa, emoción y reflexión de lo cotidiano.