Lazos perversos

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Gente en un espejo deformante

Este nuevo filme del cineasta coreano Chan-wood Park recuerda lejanamente a "Belleza americana". Es un "thriller" psicológico, de un erotismo que oscila entre lo sutil y lo exacerbado, que obliga y arrincona a sus personajes a determinados contenidos de violencia, tan perturbadores, como exquisitamente logrados a través de sus imágenes.

Este nuevo filme del cineasta coreano Chan-wood Park -el primero que rueda en idioma inglés- recuerda lejanamente a "Belleza americana", por la fascinación que provoca en el público su tratamiento estético y por las situaciones, prácticamente al límite, que experimentan sus personajes.
"Lazos perversos" es un "thriller" psicológico, de un erotismo que oscila entre lo sutil y lo exacerbado, que obliga y arrincona a sus personajes a determinados contenidos de violencia, tan perturbadores, como exquisitamente logrados a través de sus imágenes.
En primera instancia lo que muestra "Lazos perversos" es una familia disfuncional, conformada por Evelyn Stoker (Nicole Kidman), la madre que no se lleva bien con su hija India Stoker (Mia Wasikowska), una joven de dieciocho años, tan silenciosa, como de una intensa sensibilidad. El padre está ausente porque murió.

DUELO Y FUNERAL
La película abre en el cementerio de una pequeña ciudad de los Estados Unidos, durante el funeral del padre, Richard Stoker (Dermot Mulroney), que murió en un accidente de tráfico. A continuación mientras la mujer y la hija participan de la ceremonia de inhumación, a lo lejos se ve a un hombre, Charles Stoker (Matthew Goode), hermano del muerto, que aparece en la vida de la dos mujeres luego de largos años sin verse.
Lo que sucede a partir de ese momento es una vorágine de situaciones en las que el deseo, la sensualidad y la muerte parecen ir de la mano.
En medio de la confusión que le provoca la pérdida de su marido, Evelyn se siente sexualmente atraída por Richard y éste responde de igual modo. Más tarde también será India la que despertará a un deseo parecido por su tío.
India y Richard son capaces de entenderse a partir de los silencios, de las miradas y esa empatía entre ambos, permitirá descubrir que detrás de ese carácter aparentemente calmo del tío, se esconde un asesino serial que se dedica a matar viudas.

LO QUE SE OCULTA
Con estos elementos el cineasta coreano Chan-wook Park elabora un ritual de un alto refinamiento estético, que se desarrolla en el interior de una mansión de arquitectura clásica, en la que los personajes tienen un comportamiento extraño, como si cada uno escondiera algo que no quiere decir al otro. Aunque por momentos una ola de violencia irrumpe en el jardín desencadenando una tragedia, en la que la sangre y los personajes parecen comportarse como si formarán parte de una insólita pintura de vanguardia.
Nicole Kidman (Evelyn) vuelve a sorprender con una actuación tan medida como conmovedora. A su lado la joven Mia Wasikowska (India), sabe transmitir esa extraña sensación de misterio que esconde la atracción hacia alguien, que en este caso está personificado por Matthew Goode (Richard). Junto a este trío actoral, Chan-wook Park logra entregar un fascinante universo estético, tan sensual como perverso.