Lazos de familia

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Ken Loach es un legendario director británico cuyos films están marcados por un fuerte contenido de denuncia social. Desde la década del sesenta su cine se ha caracterizado por un pulso firme para el drama y una ideología muy marcada. Tuvo mejores y peores momentos y un puñado de clásicos entre los que se encuentran Pobre vaca (1967), Agenda secreta (1990), Riff Raff (1991), Como caídos del cielo (1993), Tierra y libertad (1995) o Looking for Eric (2009), además de un gran número de documentales. Pero luego de un marcado esplendor en la década del noventa, Loach comenzó a volverse menos sofisticado, más panfletario y, finalmente, menos cinematográfico.

A pesar de su clara decadencia, Loach ha tenido mejores y peores momentos. Lazos de familia (Sorry We Missed, 2019) es una combinación de las virtudes del director y también de sus flaquezas. Ricky y su familia luchan para pagar las deudas mientras se recuperan poco a poco. La oportunidad de tener un trabajo que los saque de sus problemas puede convertirse en un problema. Rick maneja una van y trabaja para una empresa de delivery con una agenda muy apretada. Abbie, la esposa de Rick, se dedica a cuidar gente, pero tampoco suma lo suficiente.

Loach fluctúa entre la comprensión y la crueldad, con algunos golpes bajos y trucos que lo exponen como un cineasta algo cansado. Pero hay instantes luminosos, bellos, donde los actores no profesionales consiguen momentos profundamente humanos. En esas escenas la película recuerda a Como caídos del cielo (Raining Stones). Algo de piedad de apodera de Loach y no pone el pie en el acelerador por completo, aunque se trate de una película dura, angustiante y pesimista. Decepcionado con el sistema, pero algo más optimista con respecto a la familia protagónica, Loach perdió el pulso, pero no las ganas de filmar a sus clásicos personajes.