Las noches son de los monstruos

Crítica de Gastón Dufour - Cinergia

Cine de género con sello nacional

Las noches son de los monstruos es una película extraña en su confección por la cantidad de símbolos que abarca y las necesidades de los personajes, que precisan encontrar su espacio dentro de su inconstante realidad.

El segundo film del director Sebastián Perillo no puede ser más promisorio; esa extrañeza de la que hablo se acuna en ideas que remiten imágenes y conceptos que bien podrían ser semejanza de la figura del lobo que ilustrara uno de los más conocidos sueños analizados por Sigmund Freud.

Las cuestiones de la problemática adolescente del personaje interpretado por Lu Grasso se cruzan con la problemática de los adultos, personajes que no aceptan sus cargas, por un lado, y por el otro no desean manejar asuntos que se imprimen urgentes para la vida de ellos y quienes los rodean. El elenco es lúcido respecto de lo que se narra y ubicado en el marco de concepto planificado en las normas de la historia y su desarrollo. Además de la protagonista mencionada, participan de la película Esteban Lamothe, Jazmìn Stuart, Gustavo Garzòn y Laura Grandinetti.