Las mujeres del 6° piso

Crítica de Gabriela Avaltroni - Función Agotada

Philippe Le Guay lleva a la pantalla un recuerdo que lo ha marcado para el resto de su vida. Ese recuerdo se llama Lourdes y era la señora que realizaba las tareas domésticas en su casa, la persona que prácticamente lo crió y la que le contó historias del país vecino. Lourdes era una española que tuvo que dejar su país en el momento de la dictadura e instalarse en Francia para poder mantener a su familia a la distancia. Esta historia es la que retrata Le Guay con excelentes interpretaciones con actores de ambos países.

Carmen Maura, Natalia Verbeke y Lola Dueñas son -algunas- de las representantes españolas que durante el día realizan las tareas de limpieza de diversos departamentos y por la noche habitan el sexto piso de ese edificio burgués, pero en precarias condiciones.

La pareja de actores franceses son Fabrice Luchini y Sandrine Kinberlain como el matrimonio principal. Jean-Louis Joubert y su esposa contratan el servicio de María (Verbeke). Poco a poco, su carisma traerá confianza en el nuevo hogar que despertará el interés de Jean-Louis llegando a estudiar al país vecino como si fuera un punto remoto en el mapa.

Cuando la situación matrimonial se deteriora, Jean-Louis decide mudarse al sexto piso, y desde este momento él encontrará la paz así sea rodeado de mujeres que hablan a los gritos. Donde la comodidad se reduce a un pequeño cuarto sin calefacción ni agua caliente.

Las Mujeres del 6º Piso es una comedia que nos muestra la manera en que los franceses educan a los españoles (¿brutos?) con refinados modales. Mientras que los españoles los conquistan por sus sabores y solidaridad.