Las mujeres del 6° piso

Crítica de Agustín Neifert - La Nueva Provincia

Producción menor, amable y entretenida

En 1971 el madrileño Roberto Bodegas dirigió Españolas en París , con Laura Valenzuela y Ana Belén, sobre mujeres hispanas que a principios de la década de 1960 emigraron a París para trabajar como empleadas domésticas y enviar algún dinero a sus familias.
La película de Bodegas inauguró la corriente que se conoció como "tercera vía" del cine español de los años setenta, con producciones situadas entre el cine de autor y el comercial, entre la crítica a las imposiciones del mercado cinematográfico y la aspiración de llegar a la mayor cantidad posible de espectadores.
Pues bien, Las mujeres del 6º piso es el punto de vista francés sobre el mismo tema. En este caso son un grupo de españolas de distinta edad, muy trabajadoras, limpias, honestas y vitales, que se instalan en el sexto piso de un edificio parisimo y desde allí emprenden la búsqueda de un trabajo como sirvientas.
El edificio es propiedad de Jean Louis Joubrt, un atildado burgués casado con Suzanne, una mujer llegada del campo y muy preocupada con sus podólogas y sus cócteles. Monsieur Joubert es socio de una empresa financiera.
Cuando la sirvienta se va de la casa luego de veinte años de trabajo, Joubert contrata a María, que reúne las aptitudes señaladas precedentemente y, además, es la más bella de ese bullicioso grupo de "exiliadas del franquismo" que arrastran, quién más quién menos, alguna marca de la Guerra Civil.
El amable y caricaturesco caballero francés se convierte en involuntario benefactor cuando procura mejorar las condiciones de vida de las hispanas y a fuerza de dádivas logrará conquistar el corazón de una de ellas. El relato concluye con un impensado epílogo ambientado tres años después de los episodios centrales de la historia.
El director, para quien éste es su sexto largometraje, centra la atención sobre las diferencias culturales entre franceses y españolas, que deriva en una comedia costumbrista a la vieja usanza, narrada según el estilo folletinesco de los radioteatros de la época evocada.
Una de las bazas de esta producción menor pero amable y entretenida, son las actuaciones de los franceses Fabrice Luchini (Joubert), Sandrine Kiberlain (Suzanne) y las españolas Natalia Verbeque (María), Carmen Maura y Lola Dueñas, entre las más conocidas.