Las horas más oscuras

Crítica de Manuel Esteban Gaitán - Conexión Cultural

La llegada de Las Horas más Oscuras tuvo cierto relieve de antemano, principalmente por saberse que la personificación del político Winston Churchill es llevada a cabo por el destacado actor Gary Oldman, que a lo largo de su carrera ha tenido varios puntos altos. El encargado de la dirección es el realizador británico Joe Wright, el mismo de las adaptaciones cinematográficas de Orgullo y Prejuicio y Atonement. La cinta cuenta con seis nominaciones en la próxima entrega de Premios Oscar, entre ellas al de mejor película, mejor fotografía y naturalmente mejor actor, por la actuación del mencionado Gary Oldman.

En Las Horas más Oscuras la historia se centra en los sucesos acontecidos en mayo de 1940, con la Segunda Guerra Mundial ya comenzada, y cuando Winston Churchill se convierte en Primer Ministro británico, tras la salida del cuestionado Neville Chamberlain, quien no estaba llevando las cosas por buen puerto. En un clima de alta turbulencia, el avance de los nazis parecía no tener freno, y la hora de tomar determinaciones se acortaba a cada instante. Pese a un tener historial negativo en cuestiones referidas a la Primera Guerra Mundial, y lo que significó Gallipolli, motivos por los que Churchill no estaba bien visto, ni por su propio partido, ni por el Rey, ni por parte de la población, aparece casi como la única opción viable. El delicado momento que atravesaba toda Europa, y que amenaza con traer a Inglaterra a terribles consecuencias, lleva a una toma acelerada de decisiones.

Tras asumir como Primer Ministro, el endeble estado de las cosas pareciera no tener salida. Tras las invasiones de Holanda y Bélgica, las ocupación de Francia es inminente. Las opciones oscilarán entre la posibilidad de seguir luchando, considerando las situaciones de por si delicadas en Dunkerque y Calais, con grandes probabilidades de acrecentar el número de muertos, o acceder a un tratado de paz con Hitler y Alemania, con Italia como intermediario, algo que a lo largo de la película evitará a toda costa, convencido de sus ideales, y de no ceder ante la fuerza enemiga, confiando en que el camino a seguir es solo uno.

Todo lo que refiere a la realización en si es irreprochable; una puesta en escena inmejorable, una ambientación extraordinaria, y una fotografía sobresaliente. No hay lugar a quejas en cuanto la forma en que se ha delineado todo lo referido al trabajo de trasfondo, pudiendo considerarse una reconstrucción histórica a la altura. En cuanto a las actuaciones, el destacado es Oldman, que logra sobrellevar el complejo personaje de Churchill, captando la esencia y la forma del mismo. También vale resaltar el aporte de Lily James, mientras que el resto cumple acertadamente. En lo que concierne a la dirección, Joe Wright en un primer tramo avanza con cierta moderación, pero conforme avanza la película va incrementando el pulso, logrando progresivamente un crecimiento en intensidad narrativa. Quizás lo más cuestionable son ciertas dosis de patriotismo, que hacen un poco de ruido, así como cierta tendencia a la manipulación emocional, lo que por momentos funciona, pero dejando desde ya cierta desconfianza. No obstante, en lo global, Las Horas más Oscuras es una cinta que vale la pena ver en su totalidad.