Las furias

Crítica de Ayelén Turzi - Ayi Turzi

Las furias es uno de los estrenos de este jueves en cine.ar, y está dirigida por Tamae Garateguy sobre una idea de Guadalupe Docampo y Nicolas Goldschmidt. Cuenta la historia de Lourdes y Leónidas, quienes llevan adelante su romance a pesar de las muchas complicaciones alrededor. Y esta sinopsis amarreta podría aplicar a muchísimas películas pero, al menos en la cinematografía argentina, Las furias es una película única.

Lo primero que me encantó fue su honestidad. Promete desde el afiche una fuerza y una contundencia que mantiene a lo largo de toda la trama y logra dejar al espectador sin aliento por su intensidad más de una vez.

Se apoya en dos excelentes actuaciones protagónicas y un abanico de personajes secundarios que, además, están construídos desde lo humano, con intereses propios de diferentes orígenes. En lo personal le había perdido el rastro a Nico Goldschmidt, y realmente me sorprendió su Leónidas tan real, por momentos con una presencia tan fuerte y de a ratos rápido y silencioso. Al resto del elenco, también impecables, estoy más acostumbrada a verlos...y acá hay una cosa con las actuaciones que quiero destacar. Son las actuaciones que siempre le reclamamos al cine. No es sólo manejar la voz a la hora de decir los textos. Hay un trabajo gestual y corporal que, ademas de crear personajes absolutamente creíbles, logra transmitir el compromiso de los actores con el proyecto. Hay por ejemplo planos de pies caminando. ¿Y me creen si les digo que esos pies actúan?

Desde lo temático retrata polaridades y "grietas" sin estereotiparlas o acartonarlas, lo que construye un mundo humano, tangible, que nos posee múltiples aristas de la cual alguna (o algunas) te termina interpelando: legados y secretos familiares, tradiciones, conflictos políticos o de poder.

En vista de esto, sí, se podría decir que "es como Romeo y Julieta", pero creo que acá la diferencia de clases sociales hace al relato aún más interesante. No hay una rivalidad horizontal o dentro de una misma clase entre ambas familias como en la obra de Shakespeare, hay un vínculo mucho más complejo e intrincado. Vínculo que es mencionado lo justo y necesario, pero en esa sutileza radica la fuerza: no se pierde (ni en este punto ni en otro) en sobreexplicaciones innecesarias, lo cual hace que el espectador no se sienta subestimado. Y se agradece cuando una película trata a quien la ve con altura y respeto.

Hay una secuencia, vinculada a una revelación (no voy a spoilear) que va más por el lado surrealista, onírico. Si bien el film tiene una narración no lineal, esta secuencia puntual es la que más explota el costado fantástico. Y la menciono porque creo que confirma una hipótesis que tengo hace rato: este cambio de código funciona de maravilla cuando es puesto al servicio de la implicación que tenés con los personajes y estas metido con ellos en medio de la tormenta de emociones que atraviesan, cosa que no sucede cuando se utiliza el recurso en propuestas con faltas pretensiones intelectuales y uno termina diciendo "¿pero qué carajos acabo de ver?". Otro elemento que, sin lugar a dudas, apuntala la honestidad y el sentimiento de Las furias.

Fuerte, genuina, honesta, probablemente se acomode con facilidad entre lo mejor de este 2020. Veanla, está gratis en cine.ar