Las fiestas

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

Luego de que su madre saliera del hospital por un infarto, Sergio, Mali y Luz, sus tres hijos, aceptaron a regañadientes ir a pasar la Navidad al campo junto a ella, un poco por culpa, un poco para escapar de sus propios problemas que incluyen infidelidades, soledad y desempleo, y un poco pensando en una futura herencia. Es así como compartirán unas fiestas llenas de tensiones, peleas, fiestas, comidas y paseos que mostrarán cómo son individualmente y como familia.

«Las Fiestas» es un drama familiar de esos en el cual una simple reunión o encuentro es un detonante para sacar a relucir los conflictos individuales de cada uno de los protagonistas y los vínculos que existen entre ellos. En este caso, se aborda el tema de la maternidad, la culpa, la identidad, la sexualidad, la infidelidad, el lugar que ocupa cada persona dentro de una familia, el paso del tiempo, entre otras cuestiones, a través de distintos diálogos que viran entre el tono del drama y de la comedia.

La historia de los distintos personajes y las relaciones entre ellos se desarrollan de buena manera, aunque por momentos parece no haber un rumbo muy marcado ni un destino al cual llegar, sino que solamente se plasman estas cuestiones recién mencionadas. Incluso, su final se siente un poco abrupto y abierto, dejándonos una sensación un poco agridulce, porque es muy difícil concluir una trama de la vida misma.

El elenco está compuesto por Cecilia Roth como la madre y Dolores Fonzi, Daniel Hendler y Ezequiel Díaz (quien también participa del guion junto a Esteban Lamothe, Julieta Zylberberg, Alberto Rojas Apel y el propio Ignacio Rogers) como los hijos. A cada uno de ellos se los siente cómodos con sus personajes y, principalmente quienes hacen de hermanos, tienen una buena química entre sí. Son tan naturales y cotidianos que hasta algunas escenas parecen improvisadas por esa sensación de realidad que transmiten.

Además, se realiza un buen aprovechamiento del espacio. Se utiliza prácticamente una sola locación, donde predomina la naturaleza, el aislamiento y el despojo. No hay nada alrededor que nos distraiga y que capte nuestra atención más que los conflictos personales y familiares.

En síntesis, «Las Fiestas» cae en un terreno bastante convencional de esas historias que se dan dentro de un marco de reunión donde salen a flote todas las miserias, pero que gracias a las buenas actuaciones de su elenco y a manejar un tono de comedia dramática bastante equilibrado nos hace pasar un buen momento. Cuenta una trama universal en la cual el espectador se puede ver reflejado a pesar de por momentos no saber cuál es su rumbo o tener un final un tanto abrupto.