Las dos reinas

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

El cine británico luce su famosa exquisitez formal para las películas de época en dos estrenos de esta semana: “Las dos reinas”, filmado en variedad de locaciones históricas y candidato al Oscar por vestuario, maquillaje y peinado, y “Los papeles de Aspern”, sobre texto de Henry James, rodado en Venecia con producción ejecutiva del venerable James Ivory, entre otros. John Mathieson y Philippe Gilbert son los respectivos directores de fotografía, que hacen de cada fotograma una pintura.

Las actrices también se destacan: Saoirse Ronan y Margot Robbie como María Estuardo e Isabel I, las primas que se odiaban a muerte y ahora reposan una junto a la otra en la Abadía de Westminster, y Vanessa Redgrave y su hija Joely Richardson como las dueñas del secreto oculto en las cartas de amor de un poeta muerto. Dato curioso, en 1959 el padre de Vanessa, Michael Redgrave, protagonizó una versión teatral de “Los papeles...”. y en 1984 ella hizo, también en teatro, el personaje que ahora hace su hija. ¿Hará Joely alguna vez el papel con que acá se luce su madre? (otra curiosidad, en 1971 Vanessa encarnó a María Estuardo en cine, con Glenda Jackson como su antagonista).

Por rara coincidencia, ambos estrenos son dirigidos por debutantes: Josie Rourke, de larga experiencia como directora teatral, y Julien Landais, cortometrajista. Gana ella, de lejos. Y amarán su obra las feministas, porque en esta versión las dos reinas son víctimas de los hombres, algo difícil de creer en el caso de Isabel I. Otra licencia histórica es el jugoso encuentro entre ambas, licencia que ya había empleado Maxwell Anderson en su pieza teatral, llevada luego al cine por John Ford, 1936, con un diálogo hermoso entre Katharine Hepburn y Florence Eldridge, diálogo que hoy muchas quemarían en la hoguera.