Las crónicas del miedo

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Cuando nos referimos a las antologías de terror en el cine viene al recuerdo una época gloriosa, entre los años ´60 y ´70 donde productoras inglesas como Hammer y Amicus brindaron filmes memorables que hoy son clásicos emblemáticos del género.
Amicus, especialmente, fue una compañía que hizo joyas como Tales from the Cript y The House that Dripped Blood que en pleno 2013 no perdieron vigencia y siguen siendo exponentes maravillosos del horror en la pantalla grande.
Películas que contaban con actores de primer nivel como Christopher Lee, Peter Cushing y guiones de Robert Bloch (el creador de Psicosis).
¿Qué le paso al género de terror que hoy tocó fondo con tanta mediocridad?
Las crónicas del miedo es una de las peores películas realizadas en la última década.
Es más que desastrosa, es insoportable.
Amo las antologías porque tenés la posibilidad de ver varios filmes en una misma producción pero esto que hicieron con esta propuesta es indefendible.
Es una lástima porque el concepto de la película me parecía interesante.
Seis historias de terror desarrolladas dentro del subgénero de filmaciones encontradas que abordaban varios tópicos clásicos del terror.
El grave problema que tiene este film es que sus realizadores invirtieron los roles de los personajes.
Es decir, cuando en un cuento de horror vos tenés vampiros, asesinos seriales, demonios y fantasmas y los hechos siniestros que cometen estos personajes son un acto de justicia que el espectador celebra, algo está mal.
Hace mucho tiempo que no veía un film que reuniera la cantidad de rengos mentales que presentaron en estas historias.
Los personajes son muy irritantes y actúan como retrasados mentales que se alteran con ver una teta o siempre están gritando totalmente pasados de droga.
Cuando los matan, la verdad que es un alivio. El monstruo vampiro del primero relato para mi resultó un justiciero.
Por otra parte, las mujeres en todas las historias son retratadas como idiotas, psicópatas o seres diabólicos. Vaya uno saber que problema tendrán en la vida los muchachos que escribieron esto pero es raro el perfil que le dieron a los personajes femeninos.
Después la obsesión adolescente que tienen con el sexo y la manera en que se comportan todos estos idiotas que interpretan los relatos es patético. Lo mejor que pudieron conseguir los guionistas es crear personajes que se la pasan repitiendo “Fuck” y “Dude” y que no generan ningún tipo de empatía frente a los horrores que viven.
Por eso cuando los matan es un alivio porque al fin se terminó la historia.
Llama la atención que un film mediocre de esta magnitud tuviera críticas positivas en Estados Unidos. Es claro que los críticos de Rolling Stone (publicación en decadencia si la hay) miran un estreno de terror cada 20 años ya que de otro modo son incomprensibles los elogios que brindaron.
Por otra parte las historias tienen problemas graves de narración donde tardan en desarrollar las tramas con escenas y diálogos intrascendentes que saturan por el alto contenido de tedio.
Las crónicas del miedo es un bodrio de proporciones épicas con la que no vale la pena perder el tiempo.