Las cosas que no te conté

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

Llega a los cines este drama británico protagonizado por los talentosísimos Annette Bening y Bill Nighy, sobre una pareja que se separa tras 29 años de matrimonio.

El matrimonio y las relaciones afectivas siempre fueron abordadas en diversos dramas que buscaban recrear con la mayor sinceridad y realismo posible, las distintas dinámicas que suelen formar parte de cada una de las parejas. William Nicholson nos ofrece en su segundo largometraje la perspectiva de una dupla de septuagenarios que tras haber convivido casi tres décadas, una de las partes, Edward (Nighy), decide ponerle fin al que parece ser un sufrimiento silencioso de ya varios años. Ambos están descontentos, pero él toma la iniciativa, y Grace (Bening), que parece ser la que tiene mayores reparos y la que más exterioriza su descontento, no puede aceptar la partida de su marido. A partir de ese momento, cada uno de ellos buscará rehacer su vida en un pequeño pueblo costero de Inglaterra cerca de los acantilados de «Hope Gap» (nombre original del relato).

Quizás la película de Nicholson no presente grandes o elocuentes cosas para decir sobre las relaciones a lo largo del tiempo, pero sí parece hacer hincapié sobre problemas habituales en lo que respecta a las viejas concepciones del matrimonio yuxtapuestas con visiones más modernas sobre los mismos y en cómo conviene tratar de ponerle fin a las angustias y buscar la felicidad antes de que sea demasiado tarde. Tanto el mensaje como el guion o los cuestionamientos que plantea la película son modestos y medidos, pero terminan funcionando gracias a un tremendo y sentido trabajo del dúo protagónico que otorga magníficas interpretaciones de sus personajes. Los diálogos y las interacciones entre Annette y Bill son maravillosos y reflejan dos posturas antagónicas entre lo conservador y lo moderno.

Por otro lado, el personaje de Jamie (Josh O’Connor), el hijo de la pareja que parece ser testigo del desmoronamiento de la relación de sus padres será una pieza clave para que su madre no termine de derrumbarse ante la sorpresa de la separación, pero la subtrama en lo que respecta a la vida personal del muchacho parece quedar en el aire y no presentar el peso suficiente como para poder terminar de redondear o incidir más activamente en la trama principal.

«Las cosas que no te conté» es un drama sencillo, sin pretensiones que se nutre de unas dignas interpretaciones de sus protagonistas. Quizás se sienta un poco largo y por momentos demasiado sombrío y agridulce, pero ahí es cuando se luce especialmente Bening. Una película que tal como la compleja relación de la dupla protagónica alterna buenas y malas, aciertos y torpezas.