Las calles

Crítica de Ricardo Ottone - Subjetiva

Las calles, de María Aparicio
Por Ricardo Ottone

Se podría decir que Las calles es un film “basado en hechos reales”, lo cual tratándose de un documental es algo por lo menos llamativo ya que implica una cierta distancia, por lo menos temporal, con su objeto. La idea le vino a la directora cordobesa María Aparicio cuando una amiga le contó acerca de la experiencia dirigida por Eugenia Eraso, maestra de la única escuela de Puerto Pirámides, en Península Valdez, Chubut. Esta experiencia consistía en que sus alumnos de colegio secundario hicieran entrevistas con los pobladores, sus vecinos, para conocer y recopilar sus historias, un proyecto que culminaba con la elección popular para ponerle nombre a las calles del pueblo. La experiencia era buen tema para una película, el problema es que la misma ya se había realizado y completado.

Aparicio decidió encarar entonces el relato como una mezcla de documental y ficción apostando directamente a reconstruir la experiencia y filmarla como si fuera actual. Para ello viajó a Puerto Pirámides e hizo a su maestra conducir las entrevistas y ordenar el proyecto de la elección. Con la particularidad que su maestra no es ya la original Eugenia Eraso sino que esta es interpretada por la actriz Eva Bianco, al igual que su ayudante que es interpretada por la actriz Mara Santucho. Esta decisión arriesgada logra un resultado sin embargo muy interesante. Si uno no las reconoce o no está avisado de esta circunstancia, difícilmente vaya a advertir su carácter de personajes tal es la fluidez y naturalidad con que ambas actrices se mueven en sus papeles e interactúan con los chicos y los vecinos.

La realizadora no intenta disimular el carácter de reconstrucción. Lo cual queda claro cuando vemos a la cámara anticiparse ante ciertas situaciones y como algunas de estas son puestas en escena tratadas precisamente como escenas de ficción. Por otro lado los chicos también son tratados como personajes, se los presenta, tienen su momento de protagonismo y se los sigue en situaciones de su vida cotidiana que son planteadas previamente para la cámara. Es claro que en ciertos momentos están actuando, una circunstancia que no solo no se esconde sino que tampoco da una sensación de falsedad. Un papel que está también a medio camino es el de Osvaldo Bayer, que aparece ahí sin ser presentado y sin que tampoco esto haga falta. Vemos a Bayer haciendo de sí mismo y de “personaje de la Patagonia” contando una de esas historias que muchos conocemos (la de las prostitutas de San Julián) porque ya se la hemos escuchado en otras ocasiones pero cuya capacidad narrativa hace que no tengamos problema en escucharla otra vez.

La búsqueda de nombre de las calles en el proyecto original era una excusa para que los chicos salgan al encuentro de su comunidad y conozcan de primera mano las historias de su pueblo como una forma también de apropiárselo. En el film las calles (a las cuales apenas se ve) son también una excusa, esta vez para encontrarse con relatos y experiencias que son las que le dan al film su verdadero valor documental y constituyen justamente su aspecto más jugosos e interesante, el de capturar lo maravilloso y fascinante de las historias de vida de la gente común.

LAS CALLES
Las calles. Argentina. 2016.
Dirección: María Aparicio. Intérpretes: Eva Bianco, Mara Santucho, Gabriel Pérez, Osvaldo Bayer, Luna Barone, Maximiliano Buss. Guión: María Aparicio, Nicolás Abello. Fotografía: César Aparicio y Santiago Sgarlatta. Música: Fernando Uñates. Edición: María Aparicio y Martin Sappia. Duración: 81 minutos.