Las brujas

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Me casé con una bruja

Zugarramurdi es un municipio español de la Comunidad Foral de Navarra Su población en 2012 era de 243 habitantes.

Gran parte de los visitantes llegan a Zugarramurdi atraídos por las historias y leyendas que fueron surgiendo en torno al proceso inquisitorial de 1610.

Con la intención de dar a conocer lo que sucedió en Zugarramurdi y su entorno a principios del XVII, esta localidad Navarra ha rehabilitado su viejo hospital, situado en el mismo pueblo, en la salida hacia las cuevas, para instalar en allí el Museo de las Brujas de Zugarramurdi, Este espacio museístico, único en España (el de Segovia es sobre la brujería y sus elementos), fue inaugurado en julio 2007 pretendiendo que sea el lugar para perpetuar la memoria, un homenaje a las personas, hombres y mujeres, que fueron víctimas de una situación social trasnochada, de una ola de pánico brujeril, y de una Inquisición que necesitaba imponer su autoridad.

Tuve la oportunidad, en el 2008, de conocer a dos empleadas del museo, por lo que el titulo original de la realización de Alex de la Iglesia capto mi atención mucho antes de poder verla.

Dicho esto a modo de introducción, y al sólo fin de poder justificar éste desguinzado fílmico, ya que a mi entender el saber algunas de estas cuestiones pueden aclarar algo del orden de las intenciones del director vasco.

¿De qué va la historia? José (Hugo Silva) es un padre divorciado que le ha prometido a su hijo Sergio (Gabriel Delgado) ir a Disneworld de Paris.

Su nuevo amigo Tony (Mario Casas) es un mujeriego que, inexcusablemente, atrae a todo tipo de señoras, y no tanto

Se conocieron mientras tramitaban la recepción de alguna ayuda monetaria estatal, pues ambos tienen en común el estar desocupados, como dicen en España están en el paro.

Tienen la maravillosa idea de tratar de conseguir el vil metal robando en un establecimiento de compro/venta de oro como modo de dar solución de sus problemas más cotidianos, involucrando, y haciéndolo participe del mismo, a Sergio, por supuesto sin que la “bruja” de su ex lo sepa.

Pero nada sale como estaba previsto y para huir de la policía, en dirección a Francia, secuestran a Manuel (Jaime Ordóñez), un taxista que termina siendo admirador del experto en lo paranormal Íker Jiménez.

A su paso por el pueblo navarro de Zugarramurdi el trío es secuestrado por un grupo de brujas, estas si reales, con características más antropófagas que caníbales, lideradas por la gran perversa Graciana (Carmen Maura).

No será la única arpía a la que conocerán. El desafío es sobrevivir a todas ellas. Entre el gran aquelarre nos encontramos con Maritxu (Terele Pávez), Kontxi (Carlos Areces), Miren (Santiago Segura), y Eva (Carolina Bang).

Por si todo esto no fuese demasiado, se le agrega a estos pobres desgraciados el ser perseguidos por los inspectores Pacheco (Secun de la Rosa) y Calvo (Pepón Nieto), quienes están acompañados por Silvia (Macarena Gómez), la ex de José que sólo desea recuperar a su hijo Sergio.

Esta increíble producción, dicho desde lo estético y formal, se constituye como un entrecruzamiento de géneros, por un lado, y a simple vista, es una muy buena comedia, pero plagada de simbología inherente al cine de terror más gore. Asimismo, se la puede pensar como una gran toma de posición sobre algunas cuestiones filosóficas, éticas y morales, (recordemos que Alex es Doctor en Filosofía) por parte de guionistas y el realizador.

Para ello acude a distintas temáticas, todas presentes e identificables: el feminismo, el falso machismo, y del otro, algo del orden de lo ininteligible de la mente femenina, la violencia, el maltrato, la convivencia, al mismo tiempo que puede estar diciendo de manera profunda de España en general y de los vascos en particular, de formas bizarras, lo que no le quita mérito.

Decir algo más desde las elecciones ejercidas, contar algo más allá de lo dicho en relación al relato, me parece que es quitarle la sorpresa al lector que devendrá en espectador.

Sí revalorar la “apuesta” tanto desde el diseño de arte, la fotografía, que se convierte en la gran vedette, juntamente con el vestuario y maquillaje, una muy buena banda de sonido, el montaje y la dirección de actores.