Las aventuras del Capitán Calzoncillos

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Basada en la famosa serie de novelas homónimas de Dav Pilkey, Las Aventuras del Capitán Calzoncillos: La Película enaltece los valores de la amistad y el compañerismo en un frenesí propio de la caricatura. ¿Qué tipo de alumno fuiste en la escuela primaria?
¿De los más aplicados o de los más revoltosos? A estos últimos pertenecen George y Harold, dos compañeros del cuarto grado, amigos inseparables, que sólo buscan pasarla bien practicando todo tipo de bromas. ¿Inseparables?
Eso está por verse. Otra de las actividades de Harold y George consiste en idear y graficar una serie de comics con un superhéroe creado por ellos, el Capitán Calzoncillos… porque todos los superhéroes parecen andar en calzoncillos, y este realmente lo hace. En estos comics ellos plasman gran parte de la realidad que los rodea, haciendo de sus conocidos, personajes.
Esta actividad, sumada a las bromas pesadas, los pone entre las cejas del alterado director del colegio Mr. Krupp (Ed Helms), quien mediante una treta consigue atraparlos con las manos en la masa. ¿El castigo? Ponerlos a cada uno en un salón de estudio distinto.
Estos son el tipo de planteos que hace Las Aventuras del Capitán Calzoncillos: La Película. Poner como el apocalipsis el ser separado de aula de tu mejor amigo. La posibilidad de que se termine esa camaradería tan propia de los nueve años. George y Harold son chicos comunes, con muchísima imaginación e inventiva, que hacen todo lo posible para pasar todo el tiempo juntos, y que, a su modo, se rebelan frente al conservadurismo del adulto, representado, entre otros, por Krupp. Estas simples cuestiones son las que hacen a Las Aventuras del Capitán Calzoncillos: La Película una propuesta a tener en cuenta.
Tanto chicos como adultos pueden identificarse con este par que solo quiere divertirse, como cualquiera a esa edad. Dos chicos que dan rienda suelta a su imaginación y eso les trae en igual medida cataratas de diversión y varios problemas. Nicholas Stoller, además de reconocido director, es uno de los grandes guionistas de comedia de los últimos tiempo; al punto de saber encontrar el punto medio entre la comedia zafada y la inocencia infantil.
Productos nobles como ambas Muppets o Cigüeñas (para hablar de cintas infantiles) llevan su firma, y ahora vuelve a aceptar. La pluma de Dav Pilkey parece ser ideal para Stoller, y entre ambos logran una historia llena de dinamismo y creación, casi como si los propios George y Harold guionaran su propia película… y algo de eso hay.
Uno de sus hallazgos es la permanente ruptura de la llamada cuarta pared, sumada a la autoconciencia de ser una película. Este técnica narrativa no solo le da una conexión permanente con el público sino que la convierte en una propuesta original e inesperada.
El mismo recurso era ya utilizado en los famosos cortos de Merrie Melodies, y sí, Las Aventuras del Capitán Calzoncillos: La Película, es casi tan caricaturesca como aquellos.
Desde su animación básica y juguetona, su ritmo frenético, y el desprejuicio por mantener una línea narrativa normal, todo grita a viva voz, caricatura. Harold y George se verán en apuros frente a la amenaza de ser separados, y en uno de los intentos por frenar el accionar de Krupp, lo terminarán hipnotizando y haciéndole creer que él es el Capitán Calzoncillos… casualmente cuando, sin que ellos lo sepan, un villano de temer que busca prohibir las risas, acaba de arribar al colegio.
Las Aventuras del Capitán Calzoncillos: La Película, dirigida por David Soren (Turbo), renuncia a la lógica, a atenerse a la realidad, pese a que los planteos de fondo sean bien palpables para el público infantil y adulto.
Una sonrisa se dibujará desde los ocurrentes títulos iniciales y no se borrará hasta que culmine la secuencia intermedia de créditos finales y un par de horas más. Las carcajadas están aseguradas. Stoller, como guionista, entiende que una película puede tener humor adulto, ser tierna, extremadamente divertida, inteligente, y aún seguir siendo infantil.
Hay algo que subyace una vez que Las Aventuras del Capitán Calzoncillos: La Película termina, nos quemamos con ganas de volver a verla y de que las historias de este dúo continúen.