Las aventuras de Sammy

Crítica de Cecilia Tedesco - A Sala Llena

"¿No sería maravilloso poder viajar por el mundo entero?"... Sammy

"No se llega a descubrir el mundo todos los días, ¿verdad?"... Shelly

Sammy, un tortugo marino de color verde, nos relata su historia durante cincuenta años, sus aventuras y peripecias desde que salió del huevo en 1959. A veces resulta difícil dar el primer paso y es por eso que Sammy es el último de su grupo en llegar hasta el mar pero, una vez allí, poco a poco, va perdiendo el temor a lo desconocido y comienza a disfrutar del camino maravilloso que tiene por delante, realizando grandes descubrimientos que marcarán su vida.

Su gran objetivo es encontrar a Shelly, la adorable, decidida y despreocupada tortuguita a quien ama y que ha perdido en la playa de California donde ambos nacieron. A lo largo de su aventura, Sammy pasa momentos de soledad pero también se cruza con diversos y coloridos personajes: Ray, un tortugo gris, alegre, glotón, fiel y bondadoso, que se convierte en su mejor amigo y compañero de viaje durante los primeros años; Fluffy, un gato francés bastante pícaro y territorial; y, por último, un grupo de humanos muy peculiares.

Durante su travesía alrededor del mundo, Sammy deberá seguir sus instintos y evitar ser atrapado por las aves rapaces o por las redes de los pescadores; él no sabe qué le depara el destino, pero en cada tramo de su recorrido siempre aparece alguien para darle una mano cuando más lo necesita, lo cual nos dice que nunca estamos realmente solos, y es por eso que este film habla en primer lugar de la amistad y de la colaboración entre todos los habitantes del planeta. La mayor parte de la película es un flash back, donde este simpático personaje recuerda su vida y la comparte con el espectador, quien logra emocionarse con el relato.

El aspecto visual de esta producción demuestra que se trata de un trabajo de primer nivel, ya que posee una gran calidad de animación y logra que los gestos y movimientos de los personajes resulten creíbles y realistas. El film está realizado totalmente en 3D y se nota en todas las escenas ya que las imágenes salen de la pantalla y generan la sensación de poder alcanzarlas con las manos. Tanto el director Ben Stassen como Wave Pictures, la empresa productora de la película, son los mismos que realizaron Vamos a la Luna (2008), aquella entretenida historia donde unas moscas se colaban en el vuelo espacial de la nave Apolo 11 en 1969. Aquí también hay una referencia a ese vuelo y, más precisamente, a la caída final de la nave en el Océano Pacífico al reingresar a la Tierra, cuando las tortugas marinas son testigos de ese hecho histórico.

Hay otro punto interesante que plantea esta historia, que se relaciona con la manera en que interactuamos con el medio que nos rodea y con quienes nos encontramos a lo largo del camino y cómo según el punto de vista con que se observe una determinada situación en la vida ésta puede ser favorable o desfavorable, y tal cual reflexiona Sammy en una oportunidad, “la visión de las cosas cambia según las circunstancias”.

Pero esta nueva película tiene un fuerte mensaje ecológico. Por un lado, expone el asunto de la pesca negligente debido a la cual, a veces, otras especies caen en las grandes redes.

Por otro lado, denuncia dos situaciones gravísimas: primero, la caza de ballenas que a esta altura está prohibida porque hay muchas especies en vías de extinción y muchos ambientalistas vienen reclamando hace rato; el otro tema fuerte está relacionado con los desastres provocados por derrames de petróleo en el océano.

Eso demuestra cómo los seres humanos afectan las vidas de otras criaturas y como, muchas veces, el hombre daña el mundo que habita. Esto es bien real y alarmante, ¿cuántas veces se han derramado cantidades enormes de petróleo en los mares de nuestro planeta? Desastres ecológicos de esa índole han puesto en peligro la vida de muchas especies en más de una ocasión.

Por lo tanto, el film fomenta el cuidado del medio ambiente y crea conciencia al respecto en el espectador, que esta vez serán en su mayoría niños, por lo cual se recomienda que los padres conversen con sus hijos luego de ver la película. Finalmente, tenemos un producto precioso para toda la familia que, además de entretener y emocionar, es educativo y nos aporta mucho más.

“Las criaturas marinas necesitan de los seres humanos para sobrevivir y ellos son los encargados de mantener los mares limpios y sanos”.