Lady Bird

Crítica de María Laura Paz - El Espectador Avezado

Un gran toque de neorealismo en esta agridulce obra sobre la vida de una joven a punto de graduarse de la secundaria. "Lady Bird" es el título de la película y el seudónimo por el que se rebautizó Christine. Está por cumplir los 18 años y transcurre el 2002, vive en Sacramento, California, una ciudad que nada tiene que ver con el glamour de Hollywood ni con lo cosmopolita de San Francisco, sin embargo es la Capital de ese gran estado costero del oeste.
Ella ama la idiosincracia de ese lugar aunque querría estudiar, lo que sea en Nueva York. No sabemos muy bien, qué idea tiene esta chica de la Gran Manzana. Su madre se niega a dejarla ir atemorizada por lo que ocurrió con las Torres Gemelas. Es una mujer un tanto ambigua en su trato con Lady Bird, por momentos se ve que se divierten juntas y por otro es muy estricta.
Su padre, es el "tipo bueno", que va a hacer lo posible para que Christine cumpla con su sueño. La familia se completa con dos hermanos adoptados y que son muy diferentes a Lady Bird.
La adopción fue idea de la madre de Christine que trabaja en un hospital público en el pabellón psiquiátrico. El escenario es importante ya que la mayor parte del tiempo vamos a ver a la chica en una institución católica. Se tratan temas polémicos como el aborto, las relaciones sexuales fuera del matrimonio y la identidad sexual.
No hay dogmas sino la rebeldía propia de la edad y lo que significa vivir en un ambiente casi se podría definir como "pueblerino" y su "qué dirán". Una historia muy bien contada por Greta Gerwig que con tan sólo 34 años ya fue nominada como mejor directora y mejor guionista por esta película para el Golden Globe y la próxima parada que es el Oscar de la Academia.
Es una producción independiente que genera empatía con el espectador, la crítica ya la nominó bien pero no sé si le alcanzarán los porotos para competir contra "La Forma del Agua". Sería bueno ya que muy pocas mujeres llegaron a este escalón tan alto. Su camino es apadrinado por Noah Baumbach ("El Fantástico Sr. Fox", "Una Historia de Brooklyn") y vale decir que también es actriz.
Párrafo aparte para la actuación de Saoirse Ronan, quien está nominada para la estatuilla de la Academia de Hollywood en esta edición y ya lo había sido en 2016 por la hermosa historia de los irlandeses que llegaron a Brooklyn y fueron pilares de esa parte de la ciudad de Nueva York. Acá, más aniñada pero con ese carisma inconfundible.
Los adolescentes se quejan de que muchas veces no son escuchados o se sienten incomprendidos, luego, como Lady Bird/Christine, se dan cuenta de que muchas cosas fueron así por amor y por temor al sufrimiento de esos chicos que se están haciendo grandes. No la dejen pasar.