La voz de la igualdad

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

En vísperas del Día de la Mujer, dos películas recientes muestran el interés que por la personalidad de una mujer, Ruth Bader Ginsburg, han tenido distintas directoras para destacarla en su metraje.

Una es el documental nominada al Oscar "The Notorius B.I.G" y la otra, "La voz de la igualdad", de Mimi Leder. Su lucha ha sido por la aceptación legal de la igualdad de derechos y su actual cargo de jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos da una idea de cómo la prosecución de un objetivo puede llegar a su concreción.
El filme se mueve dentro de una línea tradicional orientada hacia la biografía, dentro de un contexto socio-político con una figura más o menos modélica. En base a hechos que se elevan como significativos en una carrera de obstáculos como la de Bader Gisnburg en la Norteamérica de los años "60 y "70, la personalidad de esta sencilla estudiante de Leyes va mostrando ya a las autoridades incrédulas ante la igualdad de género que inteligencia y astucia pueden ser una dupla peligrosa.

Ni el decano de Harvard, Erwin Griswold (estupendo Sam Waterston), durante su estadía universitaria, bromeando acerca de la posibilidad de las mujeres de desempeñarse como abogadas en lugar de los hombres, escapó a los filosos comentarios de una alumna que recurrió como él al humor para criticar la sugerencia.

Ruth Bader Ginsburg fue aquella abogada joven que logró que el caso de un hombre maltratado por la Justicia visibilizara con la sentencia final los casos de discriminación sexual, y también la que logró una unión exitosa con otro abogado que se convirtió en su esposo, Martin Ginsburg (Arnie Hammer), que complementó una unión duradera y exitosa.

RECORDADAS FIGURAS
La historia, bien llevada por Mimi Leder ("La parte del todo"), con todos los clichés que suponen los filmes biográficos, permite conocer a una heroína por los derechos de la mujer, muy bien encarnada por Felicity Jones. En cuanto al correcto elenco, reencuentra a figuras como Sam Waterston ("Crímenes y pecados", "Septiembre" de Woody Allen) o Kathy Bates ("Misery", "Mediodía en París"), como la feminista Doroty Kenyon.
En alguna medida, viendo las acciones de la protagonista hoy, a los 85 años, en la Corte estadounidense, puede comprenderse esa condición de rebelde que le valió el nombre de "Notorius RBG" en honor al rapero The Notorius Big.