La voz de la igualdad

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

Símbolo de lucha

“La Voz de la Igualdad” (On The Basis Of Sex, 2018) es una película biográfica dirigida por Mimi Leder y escrita por Daniel Stiepleman. Protagonizada por Felicity Jones (Like Crazy, La Teoría del Todo), el reparto se completa con Armie Hammer (Llámame Por Tu Nombre), Justin Theroux, Cailee Spaeny, Kathy Bates, Callum Shoniker, Sam Waterston, Chris Mulkey, entre otros.

La historia se centra en Ruth Bader Ginsburg (Felicity Jones), mujer judía nacida en Brooklyn que en 1957 fue una de las nueve mujeres que comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Harvard, establecimiento donde había más de 500 hombres en las clases. Con su marido Marty (Armie Hammer) dando batalla a un cáncer testicular y teniendo que hacerse cargo de Jane (Cailee Spaeny), su hija que en ese momento tenía dos años, Ruth no se dio por vencida y continuó sus estudios para convertirse en abogada en una época en la que la discriminación de género estaba ultra presente tanto en cientos de leyes como en la propia universidad. Ruth o Kiki, como la llamaban sus más allegados, rápidamente se dio cuenta de la opresión que existía hacia la mujer en el ámbito social y laboral, por lo que una vez graduada en la Facultad de Derecho de Columbia comenzó a utilizar sus conocimientos legales tomando casos que serían buenos ejemplos para llegar a la igualdad de género. Con el gran apoyo de su esposo, experto en Derecho tributario, Ruth se abrió paso poco a poco hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia para exponer que la protección igualitaria femenina (y también masculina) no se estaba cumpliendo.

Como segunda mujer elegida para ser jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos (la primera fue Sandra Day O’Connor), la feminista Ruth Bader Ginsburg marcó las bases de los derechos que las mujeres tenemos en la actualidad; es por eso que el nombre de la magistrada obtuvo una enorme popularidad en la cultura: su perseverancia para luchar por el cambio de las leyes constitucionales y poner sobre la mesa que la discriminación sexual existe hizo que Ruth tenga muy merecido todo el reconocimiento, admiración y aplausos que recibe día a día. Lamentablemente esta biopic no llega a hacerle justicia a su figura, en especial porque el filme decide enfocarse en uno de los primeros casos que Ginsburg tomó para defender ante la Justicia.

Al poner toda la atención en un solo litigio, muchísimos aspectos de la vida de Ruth que son igual o más interesantes terminan no siendo mostrados, como por ejemplo que la abogada siempre apoyó el derecho al aborto y al matrimonio igualitario, que tres veces sufrió de cáncer y lo superó, que su primer libro fue considerado uno de los más vendidos en The New York Times, etc. Es entendible que una película no pueda abarcar cada detalle y logro de la jueza, sin embargo se hace imposible no comparar esta producción con el documental “RBG” (2018), el cual fue nominado al Óscar. Éste utiliza no solo material de archivo y entrevistas a los familiares y amigos de la magistrada, sino que también tiene como protagonista a la propia Ruth, lo que le da muchísima más fuerza al relato. Aunque Felicity Jones hace un buen trabajo al dar vida a una Ginsburg con gran carácter que no se deja pasar por encima, como espectador uno no logra conectar en un 100% con ella.

La principal causa de este problema radica en el guión: a medida que avanza la trama los personajes hablan y hablan casi sin parar. No habría inconveniente si lo que dijeran fuera comprensible para las personas que no son abogados, sin embargo el vocabulario técnico y la velocidad con la que se expresan genera que sea muy fácil perder el hilo e interés de la historia, dejándonos con ganas de conocer de otra manera la vida de Ruth.

Aunque “La Voz de la Igualdad” cuenta con buenas interpretaciones y un diseño de vestuario acorde a la época, el enfoque que se le dio a esta importante jueza no es de lo más acertado. Para conocer mejor sus grandes aportes y cambios que generó en la sociedad, mejor ver el dinámico documental de Betsy West y Julie Cohen.