La viuda

Crítica de Ricardo Ottone - Subjetiva

“La viuda”, de Neil Jordan
Por Ricardo Ottone

Neil Jordan tiene una carrera prolífica donde se destacan las películas de género. Entre los puntos altos de su filmografía se encuentran films de terror como la fascinante En compañía de lobos (19849, la romántica y afectada Entrevista con un vampiro (1994) o la melancólica Byzantium (2012). El otro género que Jordan ha explorado con asiduidad es el Thriller, que puede tener a su vez implicancias sociales (Mona Lisa, 1986) o políticas (su primer film Ángel, de 1982, o su célebre y premiada El juego de las lágrimas, de 1992). Este es también el género en que se inscribe su más reciente film, La viuda. Esta vez en otra vertiente que es la del thriller psicológico, subgénero que en gran parte de los casos se hace acreedor a tal nombre porque incluye en su propuesta algún personaje claramente perturbado.

La perturbada acá es Greta (Isabelle Huppert), aparentemente una mujer solitaria y necesitada de amistad y afecto, que en el correr del relato se va a ir revelando como algo más siniestro. Y su víctima es Frances (Chloë Grace Moretz), una joven ingenua y bienintencionada que perdió recientemente a su madre, se mudó a Nueva York con una amiga y trabaja de camarera en un restaurant elegante. Frances encuentra en el subte la cartera extraviada de Greta y se pone en contacto con la dueña para devolvérsela en un gesto de amabilidad y civismo que le va a traer muchos problemas. Greta le abre un poco la puerta a su vida de viuda solitaria y digna de compasión y ambas mujeres hacen amistad a pesar de la diferencia de edad. O más bien es por esta que la relación se juega más en términos de madre e hija. Por lo menos hacia allí es hacia donde Greta quiere dirigirla, algo que le es facilitado por la reciente pérdida de Frances.

La amistad parece bastante pura y agradable hasta que Frances descubre por accidente las intenciones más oscuras de Greta y corta relación con ella. El problema es que Greta no va a aceptar de ninguna manera este rechazo y va a revelar su naturaleza amenazante. Y es que Greta es una stalker, ese género de psicópatas obsesionados con otra persona, a la cual dicen (por lo menos en un principio) querer o admirar, a la cual persiguen hasta el punto de arruinarles la vida o ponerla directamente en peligro y que, en su rama femenina, tiene ilustres antecedentes fílmicos como Play Misty for Me (1971) o Mujer soltera busca (1992) pasando por Atracción fatal (1987). Así es que Greta no va a frenar ante nada para hacerle a Frances la vida miserable con tal de que entienda de una vez que tienen que estar juntas así tenga que entenderlo por las malas.

Se trata de una pesadilla urbana que explota la idea inquietante de que el peligro puede estar en cualquier parte y que hasta la persona en apariencia más frágil e inofensiva puede esconder un monstruo listo a morder. La gran vedette de este asunto es Isabelle Huppert quien está magnífica incluso si da la impresión de que lo está haciendo de taquito porque esos personajes psicopáticos, fríos y manipuladores parecen salirle casi sin esfuerzo. Si el punto de vista está puesto en Frances y lógicamente sufrimos por ella, es el personaje de Greta el que realmente mantiene el interés y se carga la película. Su voluntad inflexible y su fuerza indoblegable le dan un carácter que es casi sobrenatural. Por eso los intentos por explicar su origen y motivación son banales e innecesarios y lo que se llega a saber de su pasado es poco convincente y no aporta demasiado.

La viuda es un thriller más o menos clásico y convencional al inicio, que en su última media hora se va un poco al diablo forzando las posibilidades de la verosimilitud. Jordan conoce bien el género y sabe cómo contarlo para hacerlo interesante y entretenido aún si la trama es bastante previsible. Supuestamente se estaría diciendo algo acerca de la soledad de los pequeños seres en la grandes ciudades o en el mundo moderno, y hasta se lo oímos decir a los personajes en términos no muy diferentes, pero esta presunta observación se hace de manera bastante liviana y resulta más bien una excusa argumental para dar cierta motivación a su enajenado personaje.

LA VIUDA
Greta. Estados Unidos, Irlanda. 2018
Dirección: Neil Jordan. Intérpretes: Isabelle Huppert, Chloë Grace Moretz, Maika Monroe, Stephen Rea, Colm Feore. Guión: Ray Wright, Neil Jordan. Fotografía: Seamus McGarvey. Música: Javier Navarrete. Edición: Nick Emerson. Dirección de Arte: Jason Clarke, Fiona Gavin. Producción: Lawrence Bender, James Flynn, Sidney Kimmel, John Penotti, Karen Richards. Diseño de Producción: Anna Rackard. Distribuye: Diamond Films. Duración: 98 minutos.