La villana

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Con un buen equilibrio entre el melodrama y la acción sin límites, llega La villana, la película que juega con la venganza e impone el estilo violento que le dio éxito a los mismos productores de Invasión Zombie.

El film ofrece un gran despliegue de luchas, persecuciones y un sangriento camino que deja detrás -y al costado- la pequeña Sook-hee -Ok-bin Kim-, quien fuera entrenada para convertirse en una máquina de matar. La jefe de la Agencia de Inteligencia de Corea del Sur -que utiliza a mujeres desorientadas para enfrentar a delincuentes- la recluta como un agente encubierto y bajo su nueva identidad, Chae Yeon-soo, una actriz de teatro de 27 años.

Desde un comienzo vertiginoso, narrado a manera de video juego y con una cámara subjetiva, el público se percata de la violencia con la que la protagonista enfrenta y ejecuta a sus oponentes, iniciando una carrera contra el reloj a pesar que desea mantener una vida normal.

La acción alterna pasado y presente y cuenta a través de flashbacks el hecho traumático que vivió de pequeña la protagonista -el asesinato de su padre-, uno de los móviles que desatan su accionar en pantalla, aunque por momentos la trama se enreda innecesariamente y desconcierta al espectador seguidor de este tipo de propuestas.

El realizador Byung-gil Jung apuesta al juego visual y ofrece un abanico de vínculos alterados, asesinatos, traiciones, romance con el vecino de al lado y un extensa persecución a bordo de un ómnibus que se extiende hasta los minutos finales.

No faltan escenas bien coreografiadas en las luchas cuerpo a cuerpo, disparos, cuchillos, hachas, motocicletas y destripe sangriento. La heroína inicia su trágico derrotero desconfiando de todo aquel que se cruza en su camino mientras intenta llevar adelante su vida de madre, esposa y asesina, entre representaciones de Shakespeare y criminales armados hasta los dientes. El espíritu de títulos como Kill Bill, Hardcore y Oldboy está presente en esta película que conserva lo mejor del género al principio y al final de la historia.