La vieja de atrás

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

El chico de al lado

Una grata sorpresa resulta este film nacional dirigido por Pablo José Meza (el mismo de Buenos Aires 100 km) que echa luz sobre la vejez y coloca su mirada en una anciana que habita un departamento que parece haberse detenido en el tiempo. Allí sólo se escucha el sonido de un canario y del televisor.

Rosa (Adriana Aizemberg) es una mujer de 81 años que habita el noveno B. Su vida cambia para siempre cuando el ascensor queda trabado y conoce a Marcelo (Martín Piroyanski, el prometedor actor de XXY y El frasco). Ella le ofrecerá casa y comida a cambio de "charlas" y el joven estudiante, que trabaja en una fotocopiadora y como volantero, acepta gustosamente.

El relato tiene puntos de contacto con Besos en la frente (que protagonizaron China Zorrilla y Leonardo Sbaraglia); y La vieja de atrás arriesga que la comunicación entre dos personas de diferentes edades es posible. Y el realizador lo hace pausadamente (pero no aburre), con el ritmo que impone el oscuro departamento y lo contrasta con el caos que viene del exterior. Es el retrato de alguien en el ocaso y del "chico de al lado" que comienza a dar sus pasos en la gran ciudad.

Adriana Aizemberg convence en su rol de anciana desprotegida y tiene un protagónico más que merecido luego de A través de sus ojos (2006). El elenco se completa con Marina Glezer, una estudiante que trabaja como secretaria de su madre. Y cuyas flores parecen marchitarse.