La vida secreta de las mascotas 2

Crítica de Guillo Teg - El rincón del cinéfilo

Desde el nacimiento de “Toy Story” (John Lasseter, 1995) ha cundido en el mundillo de la animación esto de industrializar la fantasía de lo que sucede frente a la ausencia humana. El clásico, que batirá todos los records con su cuarta parte, instalaba literalmente el imaginario de que los juguetes están vivos y que hacen de las suyas cuando uno sale de la habitación.

Dos décadas y pico después se estrenaba “La vida secreta de tus mascotas” (2016) que de alguna manera le ponía entidad, voz y problemáticas a las mascotas que la gente tiene en sus casas y departamentos. O sea, los dueños se van y perros, gatos, conejos, pájaros, etc, hablan como nosotros y se conforman en una pequeña comunidad de amigos y amigas, que no hacen otra cosa de darnos desde su perspectiva la particular y divertida visión que tienen los animales sobre los humanos. Efectiva y entretenida como era aquella primera entrega, no era de extrañar que apareciese una segunda parte en plena temporada de vacaciones de invierno.

Así, entonces, luego de la consabida introducción para ver en qué andan, vemos a los amigos Max (Patton Oswalt, doblado por Andrés López) y Duke (Eric Stonestreet, doblado por Martín Campilongo) secundados por Bola de nive (Kevin Hart, doblado por Eugenio Derbez), Gidget (Jenny Slate, doblada por Mónica Huarte), Chloe (Lake Bell , doblada por Ana María Simon) y el resto. Max lleva la voz narrativa de esta segunda parte, así que cuando lo escuchamos decir que “todo estaba más que bien en mi relación con mi dueña Katie (Ellie Kemper, doblada por Natasha Dupeyron)”, sólo nos queda esperar que llegue el “pero” que dará pie a esta historia. Ese “pero” es un bebé recién nacido que pasa a formar parte de la familia. Encariñamiento con el primogénito mediante, toda la aventura irá a parar a una granja a la cual la familia va de vacaciones.

Será entonces cuando la historia se divida en tres partes o, mejor dicho, se abran dos sub tramas que irán progresando en forma de montaje paralelo. El principal es una suerte de homenaje a Amigos… son los amigos (Ron Underwood, 1991) ya que Max y Duke, bichos de ciudad son “adoctrinados” a la dura vida del campo por Gallardo (Harrison Ford. doblado por Jesús Ochoa), una suerte de alter-ego de aquél inolvidable personaje de Jack Palance en la comedia antes citada. Mientras tanto, en la ciudad, Gidget trata infructuosamente de recuperar el juguete favorito de Max infiltrándose en un departamento lleno de gatos, mientras que Bola de nive, que siempre está como enchufado a 220, sale al rescate de un tigre blanco de un circo.

Hay que decirlo, la sorpresa de la original ya no está. Imposible recuperar eso. En su reemplazo el guion de Brian Lynch está lleno de situaciones cómicas y gags físicos que aportan una gran dosis de humor a la narración. Con buena dirección de Chris Renaud y Jonathan Del Val, “La vida secreta de tus mascotas 2” es una triple aventura que no por serlo descarta del todo la posibilidad de dejar alguna moraleja en temáticas como la fidelidad a la amistad, los temores paternos proyectados a los chicos y la necesidad de soltar aquello de la falsa sensación de seguridad que impide disfrutar el presente. Sin pretender ser mucho más, éste estreno se vuelve una opción entretenida y genuina para las vacaciones. Grandes y chicos tendrán bien justificadas las risas y acaso algunas emociones.