La teoría del todo

Crítica de Marisa Cariolo - Loco x el Cine

Stephen Hawkins es sin lugar a dudas una de las mentes que mayores aportes ha realizado al pensamiento científico en este siglo, pero además es uno de los casos mas emblemáticos del alcance de la perseverancia y la autosuperación.

Basado en los relatos de su primer esposa Jane Hawkins La teoría del todo nos narra el derrotero del científico una vez enfermo con esclerósis lateral amiotrófica. Stephen (intepretado correctamente por Eddie Redmayne) era un estudiante de ciencias duras con un interés romántico en la bella Jane (Felicity Jones). Pero toda ese mundo se ve amenazado al recibir el diagnóstico de este enfermedad incurable que solo le depara un año de vida.

El joven se sumerge en el más duro de los ostracismos mientras piensa como continuar su vida luego de la terrible noticia recibida. Jane apuesta a su relación , aun a sabiendas de la poca perspectiva de vida del estudiante.Sin embargo logran formar una familia plena sobrellevando las incapacidades físicas del pater familias.

La vida real de esta pareja ha estado surcada por numerosos escándalos y desencuentros que claramente han sido retratados por la prensa británica. Nada fue tan apacible como muestra el film y tal vez en esto radique su mayor fallo: se trata una interesantísima historia real llevada a la pantalla grande de una forma convencional, edulcorada y artificial.

El deterioro físico, el desarrollo mental, la adecuación a las limitaciones, el ejercicio de la sexualidad son elementos que no se ven reflejados en ningún momento del film de una forma honesta, sino meramente insinuados por el director.

Más allá de las grandes actuaciones de sus protagonistas (sobre todo de Eddie Redmayne que le pone el cuerpo a Hawkins de una forma increíble) el film no logra indagar demasiado en los aspectos más íntimos de la dinámica familiar.

La adaptación Anthony Mc Carten no le hace justicia al personaje histórico que retrata y en cambio nos brinda un relato oscarizable, con actuaciones interesantes pero que no terminan de convencer al no estar cimentadas por un guión contundente.