La teoría del todo

Crítica de Luis María Fittipaldi - RosarioCine

Otra mente brillante

Siguen las biografías "Made in hollywood", esta vez le toca el turno a ese destacado físico llamado Stephen Hawking, que descubrió que la teoría de la relatividad de Einstein implica que el espacio y el tiempo tienen un principio en el Big Bang y un final en los agujeros negros, que, a su vez, podían emitir radiación y desaparecer. Pero....pero el guión no aborda su faz investigadora en totalidad, sino apunta a narrar en gran parte la relación afectiva entre este personaje y su mujer Jane.
Las controversias y desaguisados típicos de una pareja normal pero que como se sabe, aqui pueden resultar distintos ya que el cosmólogo tuvo que afrontar una curiosa y llamativa paralisis en todo su cuerpo.
Eddie Readmayne se ha esforzado sin dudas en componer un papel tan dificultoso como desafiante, y si, lo logra, le da un sostenimiento potente, y esto lo ha llevado a ganar su Oscar a mejor actor 2015.
Pero el filme -que por supuesto brinda una factura técnica impecable-, resulta bastante extenso en duración, y según se aprecia parece que el director no se ha exigido lo suficiente como para pasar las vallas del molde fidedigno, sin atreverse a ir más allá y mostrar otras cosas -por ejemplo muestra poco de su segunda relacion afectiva y se sabe que la misma terminó caóticamente, a eso el filme le dispara como a otras cosas para quedarse en un simple modelo armadito y bien abrochado. No alcanza.