La teoría del todo

Crítica de Blanca María Monzón - Leedor.com

La teoría del todo narra la historia de Stephen Hawking el gran físico que sucedió a Einstein. Pero el film es ante todo una reflexión sobre el amor a la vida, sobre la fuerza de la fe en sí mismo y sobre la capacidad de sobreponerse a la adversidad. Y a la vez es una demostración de lo que puede hacer el amor en nuestras vidas. También podríamos decir que este implica la existencia de algo que llamamos compasión, y que en este caso además, se encuentra teñida de idealismo. El cual se traduce en el film como un optimismo extraordinario…

Tenían alrededor de 20 años cuando se conocieron y, al poco tiempo Jean se enteró de que Stephen estaba gravemente enfermo y que le quedaban dos años de vida. Por esto esa sensación increíble de pensar que todo era posible… y que iban a ser felices para siempre, lo que contribuyó a la creación de una familia, y a la posibilidad de dedicarse a la pasión del conocimiento dela física con todo su ser. No importa si finalmente no se llega al para siempre, porque de hecho una entrega semejante (la de Jean) alcanza una dimensión que no se puede medir en lo que entendemos es el tiempo.

En la década del 60 la amenaza nuclear era parte de una idea donde se pensaba que el mundo podía terminar de pronto en un instante, por lo que idealismo era importante para llevar a cabo las utopías, los cambios en las sociedades. Y esta pareja no escapa a ese sentimiento. Basada en un trabajo biográfico de Jean sobre sus memorias, La teoría del todo, es un film con dos excelentes actuaciones, una que impresiona por su esforzada mimetización y lograda interpretación, la de Eddie Redmayne en el papel de Stephen y otra que ya conocíamos ya en The Invisible Woman‘ (R. Fiennes, 2013) -la amante secreta de Dickens- Felicity Jones, en mi criterio impecable, tanto por su sensibilidad, como por su natural delicadeza. Tanto una como la otra con grandes posibilidades de ganar un Oscar.

Si bien estamos frente al drama que ya conocemos, el film se encuentra más asociado a lo poético de una relación, que a la más que relevante figura del genio de la física, de allí su logrado equilibrio y seducción, que la hace tomar distancia de los clichés que podríamos esperar de esta temática. Una película emotiva que apuesta todo el tiempo al deseo de vivir!

LA TEORÍA DEL TODO