La tara

Crítica de Pablo De Vita - La Nación

Cuatro hermanos nacidos en Murcia (de seis en total), fueron furor con sus laúdes desde su formación, hace un siglo, hasta el estallido de la Guerra Civil Española. En los años 40, el Cuarteto Aguilar se separó pero antes protagonizó la única película surrealista argentina, titulada Tararira (la bohemia de hoy), que contó con la dirección del escrito franco-rumano Benjamin Fondane. Tararira ha sido, y sigue siendo, una suerte de Santo Grial para archivistas e historiadores, tanto por su singularidad como por la imposibilidad de hallazgo. Por eso una parte del documental, por demás significativa, es el encuentro con la banda sonora de la película.

¿Quiénes son los Aguilar de hoy que protagonizan el relato? Los bisnietos de aquel célebre cuarteto. La historia de este hallazgo es significativa, pero Amparo Aguilar se hunde en las raíces familiares para encontrar respuestas a la propia genealogía además de retratar las convulsiones sociopolíticas de buena parte del siglo XX que -desde la República española hasta la Revolución cubana- encontraron a los Aguilar como protagonistas.

El documental es personalísimo y, por momentos, las obsesiones intrafamiliares con sus neuróticas peleas no son tan trascendentes como la mirada a un siglo donde arte y política dieron grandes obras y enmarcaron grandes tragedias. La Tara rescata con espíritu lúdico, ameno e impronta surrealista, algo que no esconde desde su título: el encuentro de una mitad pero también los rastros de una obsesión.