La sombra del gallo

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Atendible film noir entrerriano

De elogiada trayectoria en el ámbito del documental con films como Orquesta roja y Vuelo nocturno , Nicolás Herzog debuta en el largometraje de ficción con un thriller que apuesta no solo a una construcción dominada por el suspenso sino que combina también elementos propios del western, del policial negro, del melodrama romántico y hasta de las historias de fantasmas.

Tras haber cumplido ocho años de prisión por la muerte de su padre, un excomisario, Román Maidana (Lautaro Delgado Tymruk), él también expolicía, recibe el permiso para una salida transitoria. Regresa entonces a la decadente casa familiar en una localidad entrerriana, se reencuentra con familiares (como el Barani de Claudio Rissi) y empieza a sentirse cada vez más acosado por los recuerdos de un viejo amor (la Angélica de Rita Pauls).

Durante esa vuelta al pago (típico pueblo chico-infierno grande) irá descubriendo una red dedicada al narcotráfico, la prostitución y la trata de mujeres. Entre el film noir y la denuncia social, La sombra del gallo cumple parcialmente con sus objetivos. La permanente mixtura de géneros y la descripción psicológica del atribulado y torturado protagonista no siempre genera el interés, la tensión ni los climas buscados, pero a nivel actoral, visual (valioso trabajo del director de fotografía Fernando Lorenzale) y musical (notable aporte de Matías Sorokin) no deja de ser una película atendible.