La señora Haidi

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

La idea de desarrollar una película de género en un escenario y con pocos personajes resulta atractiva para inquietar al espectador, y Señora Haidi parte de una buena premisa para instalar el suspenso y el terror en una vieja y aislada casona cercana a la ruta.

Siguiendo pasos de títulos como Misery y Carrie, la película dirigida por Daniel Alvaredo y Rafael Menendez gira en torno a dos jóvenes -Guillermo Pfening y María Abadi- que sufren una accidente de auto durante una tormenta y encuentran refugio y cuidado en la casa de la señora Haidi -María Leal-, una enfermera diplomada que vive y es custodiada por dos ovejeros alemanes.

Lo que parece un remanso para recuperarse de las heridas y pasar la noche en el lugar, se transforma en una pesadilla para la pareja. Lejos de toda ayuda posible, sin señal de celulares y con las líneas interrumpidas, los recién llegados empezarán a sospechar de la dueña de casa y de otro personaje al que se nombra en la historia.

En La Señora Haidi, el comienzo tiene un clima de misterio y sospechas varias, pero la situación de encierro que sufren los jóvenes en la habitación de huéspedes, y a merced de Haidi, requería una mayor elaboración. Si bien la historia no ofrece demasiados giros, da la sensación de que el desenlace está armado a las apuradas, restando a la atmósfera general que requiere el film.

El punto más logrado es ver a María Leal en un registro totalmente diferente al que el público está acostumbrado a verla, dotando a su criatura de locura y ferviente inclinación religiosa. Ella tiene un motivo para hacer lo que hace y evitar que el "mal" se propague en la Tierra. Un buen intento para transitar por el terror pero con resultados a medias.