La rueda de la fortuna y la fantasía

Crítica de Alex Arellano - CineFreaks

El poder del deseo.

Ryūsuke Hamaguchi, el director recientemente premiado con un Oscar a Mejor película extranjera por Drive my car, acaba de estrenar en Argentina La rueda de la fortuna y la fantasía, opus previo pero con copyright en el mismo 2021.

Mediante tres historias distintas, el japonés Hamaguchi sumerge al público en distintos tópicos: la coincidencia, el paso del tiempo, la melancolía, la lujuria y el deseo. Estas aristas estarán presentes en cada uno de los capítulos que divide la película La rueda de la fortuna y la fantasía e invitan a reflexionar al propio espectador sobre sus vivencias y las consecuencias de cada acción que ha marcado su vida.

El rol femenino juega un papel fundamental en la película, ya que las historias tienen protagonistas a mujeres, que, con sus diversos matices y roles en los capítulos, van a mostrar sus formas de enfrentarse al pasado, al arrepentimiento, a sus propios impulsos y como esto indefectiblemente marca un antes y después en cada una de ellas.

El guion es realmente profundo, se anima a exponer sentimientos complejos para exteriorizarlos y cada una de las actrices lo hace muy bien, desde los celos, hasta la inseguridad en sí mismas y la certeza de haber tomado el camino equivocado durante mucho tiempo. Sin embargo, si hay algo que todas tienen en común es el deseo, ya sea por reflotar una relación dañada, mantenerla a flote, o reencontrarse con un ser amado. Este fuerte sentimiento irrumpe de repente en la vida de cada una de ellas y es un impulso imposible de negar y el cual va a ser el gran disparador del film.

El director cuenta que estos tres capítulos forman parte de un total de siete, cuyos disparadores son la coincidencia y la imaginación, un elemento clave que se podrá notar en cada historia puntual. La imaginación, lo inesperado y lo frustrado, forman una parte crucial dentro de la obra, lo que la hace más que interesante, desde el punto en que toca el inconsciente de cada espectador.

Desde la dirección se nota la convicción con la cual se llevó a cabo la realización, ya que además de ser su director, Ryūsuke Hamaguchi es el guionista y creador de esta obra. Estéticamente está muy bien formada, mostrando distintos puntos de Japón, desde los suburbios hasta una moderna oficina, aunque quizás la mejor escena es una conversación en el interior del asiento trasero de un auto.

La rueda de la fortuna y la fantasía sintetiza un drama más que interesante para explorar los sentimientos que post pandemia, como en algún momento de la película lo sugiere, se han dejado florecer y tienen la necesidad de salir a la luz.

Requiere paciencia y atención, para poder sacar el máximo jugo de esta experiencia de dos horas, pero sin dudas vale la pena inmiscuirse en una trama compleja que cuando muestra una punta del hilo por donde puede virar la trama, realiza un giro inesperado y toma otro rumbo.