Chef: La receta de la felicidad

Crítica de Martina Putruele - ARG Noticias

Food porn y ritmos latinos

Carl Casper (Jon Favreau) es un chef enamorado de su profesión. Cada plato lo realiza con una devoción parecida a la de un escultor o un pintor, y su creatividad no tiene límites. Es por eso que se cansa de trabajar en el mismo restaurante siguiendo las tediosas exigencias de su propietario (Dustin Hoffman), y luego de un enredo con un crítico culinario a través de las redes sociales –que no logra entender del todo-, decide emprender su propio rumbo y ser su propio jefe.

¿Qué decide hacer? Vender comida en un camión con su mejor amigo (John Leguizamo) y acompañado de su propio hijo, para lo que emprenderá un épico e inolvidable viaje por Estados Unidos en busca de un público que aprecie sus delicias, y descubriendo un par de cosas de lo que significa ser padre en el camino.

Chef: la receta de la felicidad es una celebración del arte culinario en todo su esplendor. Secuencias de preparaciones y platos más que fotogénicos hacen de este proyecto de Jon Favreau un filme no apto para vegetarianos ni para cardíacos. Pero además es una encantadora narración de lo que significa una familia y los valores que se transmiten de generación en generación.

Con un elenco que se completa con la latina Sofía Vergara como su esposa, Scarlett Johansson, Oliver Platt, Bobby Cannavale y un Robert Downey Jr. muy acertado en un papel secundario que saca a relucir sus dotes de cómico, Chef es una historia que dejará al espectador más que satisfecho y con agua en la boca.