La prima cosa bella

Crítica de Claudio Lo Iacona - Todo lo ve

Revuelo familiar con acento italiano

¿Qué significa tener una mamá bella, vital, frívola y perturbadora? Éste es el tormento que ha tenido que soportar Bruno, primogénito de Anna, desde que tenía ocho años.

Todo comienza en el verano de 1971 cuando, durante la elección de la reina del balneario más famoso de todo Livorno, Anna es sorpresivamente llamada al palco y obtiene la corona de “la mamá más bella”. Esto provoca un gran revuelo en la familia Michelucci. La prima Cosa Bella

Ahí comienzan los problemas para el clan Michelucci, y vivir se convertirá en toda una aventura que irá superando a Bruno hasta llegar a nuestros días cuando Valeria, su hermana, decide reconciliar a Bruno con su pasado y con su madre que está a punto de morir.

Este conmovedor film tiene todos los ingredientes de un enredo familiar italiano, cocinado al dente y con las típicas conversaciones tradicionales de un cine que no fue preparado For Export (por suerte), como otras creaciones llegadas del mismo país europeo.

Esta producción además de ser seleccionada para representar a Italia en los premios Oscar, ganó en el 2010 Premios del Cine Europeo: Nominada al Mejor director, en 2009 David di Donatello: Mejor actor (Valerio Mastandrea), actriz, guión y 18 nominaciones más.

Una película que se permite ciertos comentarios en dialectos, sin necesidad de vender el destino turístico, sino la historia y todo adaptado para que el espectador disfrute de un plato cocinado con los mejores ingredientes.

Una historia sin desperdicio preparada por un director que, desde un principio sabía qué contar: una madre que a su modo crió a sus hijos entre set de filmaciones y amoríos prohibidos, peleas de parejas y una eterna sonrisa protectora.

Un hijo parco, Bruno Michelucci, profesor de literatura en una escuela de hotelería de Milán, sobrevive a los recuerdos de una infancia de novela e irá armando un rompecabezas con piezas del pasado que terminarán encajando en un presente que, quizás, sea próspero.

Con muy buenos momentos y una adaptación de la época en flashback, coherente en la trama, La prima Cosa Bella enternece, sorprende y emociona. Además de contar con la siempre presente canción que da nombre al film y a la sonrisa de una madre reina de la belleza y el amor.