La película infinita

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Después de mostrarse largamente en el Malba, llega al Gaumont la película de Leandro Listorti, director, crítico e investigador, que ha realizado un trabajo original, una reflexión sobre el cine, las pérdidas, la nostalgia de lo que no fue y todavía permanece.
Tomó materiales, escenas de viejas películas inconclusas, abandonadas, inacabadas, no estrenadas. Y con esas escenas, tomas de maquillaje, sin un relator, ni un hilo conductor, ordenó un recorrido que provoca en el espectador muchas sensaciones. La necesidad de saber, de interpretar, de descubrir un significado oculto, de enorme seducción e interés. Como si esas escenas (minuciosamente detalladas al final de la película) que contienen entre otras un intento de versión de “Zama” de Nicolás Sarquis, proyectos de Martín Rejtman, Mariano Llinas, Agustín Mendilaharzu, con rostros conocidos comos los de Pepe Soriano o Angel Magaña o Rosario Bléfari. Un rompecabezas fascinante que contiene climas, escaleras, momentos sombríos o luminosos, como secretos confesados a medias, susurros inteligibles pero que nos atrapan desde el comienzo al final. Material descartado, proyectos que no fueron, un cine que no existió pero que aquí cobra vida y nos permite fantasear a cada espectador con una trama propia y única.