La pelea de mi vida

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Un campeón en problemas

Producto pensado para el público familiar a partir de una historia que combina los toques de acción con las dosis de emoción que requiere este tipo de propuestas. El film comienza en Medellín, Colombia, donde Alex (Mariano Martínez) un boxeador debe escapar de las garras de un marido enfurecido, para luego trasladarse a Buenos Aires. En la ciudad se reencuentra con quienes había abandonado años atrás: su entrenador (Emilio Disi), sus compañeros y también conoce a un hijo de ocho años - que vaya casualidad- está al cuidado de Bruno (Federico Amador), el actual campeón del mundo y rival del protagonista.

Filmada en 3D, y a excepción del escape del inicio con sillas que vuelan hacia cámara, el uso de este formato se ve poco aprovechado incluso en las escenas que se desarrollan sobre el cuadrilátero. La trama contrasta dos mundos diferentes (el pobre y bueno vs. el rico y altivo) y coloca en primera plano la historia del niño que debe ser reconquistado por su padre biológico.

Previsible. lacrimógena, ingenua y entretenida en su desarrollo, La pelea de mi vida sabe donde golpear al espectador en este amplio muestrario que incluye además las virtudes turísticas de Tigre.

Mariano Martínez se convierte en el luchador arriba y abajo del ring en esta película armada para su lucimiento, bajo la batuta de Jorge Nisco, el mismo de Comodines y High School Musical: El Desafío.