La patria equivocada

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Vergüenza nacional

Lamentablemente todavía algunos directores del llamado viejo cine argentino siguen apostando a fórmulas arcaicas y carentes de valores artísticos a la hora de llevar adelante un nuevo proyecto. Esto no sería un problema si del resultado final se pudiera rescatar al menos un elemento positivo. Pero este no es el caso de La patria equivocada (2009) que en pocas palabras no es otra cosa que un insulto al espectador.

Explicar la trama es tarea casi imposible. No porque uno no haya intentado deducir su argumento sino por lo confuso que resulta todo. Este bodrio de época que comienza en 1807 y finaliza en 1898 va transitando varias generaciones de una misma familia, aunque nunca se entienda nada, no se sepa quién es quién y cómo se llegaron a las situaciones que el film plantea. El guión basado en la novela homónima de Dalmiro Sáenz resuelve cinematográficamente todo tan deficientemente que no caben dudas que un niño de cinco años hubiera sido más criterioso a la hora de llevar adelante la ardua tarea de trasladar la obra literaria a la pantalla grande.

Está claro que la película es una sucesión de errores (y horrores) provocados adrede y que al director lo que menos le preocupaba era el hecho artístico que significa realizar una película. No existe el menor indicio de profesionalismo en nada. Planos mal resueltos, encuadres anodinos, errores en la continuidad, utilización ampulosa de la música para provocar no se sabe qué sensación en el receptor, escenas de sexo injustificadas filmadas como si estuviéramos en los años 80 y por supuesto una patética dirección de actores en donde todo hace suponer que los personajes fueron construidos desde la sátira y el absurdo. Resulta penoso ver como cada uno hace lo que puede (o lo que le sale) para salir airoso de las situaciones que le tocaron en suerte, aunque esto les resulte imposible y terminen haciendo el ridículo. Los diálogos son tan increíbles que dentro de un contexto de extremo dramatismo uno no puede parar de reírse a carcajadas.

Carlos Galettini, cuya eclética cinematografía incluye títulos que van desde la saga de Los extermineitors a Juan que reía (1976) o Convivencia (1993), logra con La patria equivocada un nuevo hito en la historia del cine argentino, y no por los valores artísticos que pueda aportar al cine nacional sino por tener el privilegio de integrar la terna de las peores películas de la historia del cine. Muy pocas veces se vio algo peor y si lo vio que Dios y la Patria se apiaden de usted.