La Patota

Crítica de Alejandro Venturini - Alta Peli

Santiago Mitre, director de El Estudiante, vuelve con esta remake que obtuvo el premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) en Cannes.

Una banda guaraní

A más de medio siglo de la película de Daniel Tinayre, Santiago Mitre busca repensar La Patota y nos entrega, luego de la distinguida El Estudiante, esta remake que parece prometedora.

Paulina (Dolores Fonzi) es una abogada recién recibida con una inquebrantable consciencia social y en pos de un proyecto decide volver a su tierra natal, Misiones, a dictar clases de derecho a los que menos tienen y conocen sobre sus derechos. Su padre, Fernando (Oscar Martinez), se opone a esta decisión pero Paulina decide seguir adelante.

Luego de algunas dificultosas clases y carencia para conectarse con la gente de allí, Paulina vuelve una noche a su casa y es violada por un grupo de lugareños. Ante el dramático hecho, ella decide seguir adelante con todo y bajar los brazos.

De patota sólo el título

Es sabido que una remake es algo propio de un cine industrializado que, con el fin de atraer a los nostalgiosos, cinéfilos e incautos, copia o resignifica aquella obra memorable y/o exitosa. Este término es común de escuchar o leer por nuestros días, aunque es singular y hasta anómalo encontrarlo dentro de la producción nacional ya que no pertenecemos a un sistema industrializado.

La Patota es una remake de una de las mejores películas de Daniel Tinayre y éste es uno de los atractivos más marcados en lo que respecta a su difusión y prensa, a lo que se suma su mérito en Cannes y la continúa mención en televisión por parte de la ahora geronte protagonista de la versión original. Sin embargo, a diferencia de lo mencionado en el anterior párrafo, La Patota -la de 1960- no es una obra que haya quedado en la memoria de los espectadores argentinos, ni se ha transformado en una película de culto, pese a lo que se transmite continuamente cada vez que se promociona este film.

Entiendo que al ser una remake se conserve el título original de la película por cuestiones comerciales, pero sinceramente carece de sentido en esta nueva versión porque ya no es una patota, no se cometen actos vandálicos asiduamente como se hace referencia en la original y menos nos encontramos en los arrabales. La Patota podría haber tenido tranquilamente otro título porque en esta adaptación a cargo de Santiago Mitre y Mariano Llinás se esfumó dentro de la narración el concepto, se descentralizó y lo que antes ocurría en los límites de la ciudad, ahora sucede en la provincia de Misiones donde ese grupo interino que viola a una porteñita bien, no están organizados ni son amantes de la rebeldía sino que se conocen entre sí por el simple hecho de ser pocos habitantes y cada tanto toman una birra para ahogar la injusticia social en la que se encuentran sumergidos.

Otro punto dentro de esta adaptación que difiere de la original es la trascendencia de la relación padre-hija (Oscar Martinez y Dolores Fonzi), vínculo que formaba parte de una subtrama en la de Tinayre, y es el punto de partida de la narración comenzando con un diálogo muy logrado, tanto de guión como actoralmente, presentando un dilema sobre las convicciones e ideologías sobre problemáticas sociales y que será el tema central de La Patota.

Ahora bien, dejando de lado las comparaciones y tomando el guión de La Patota se encontrarán con, lo que creo yo, aciertos y desaciertos. Por un lado veremos una historia sólida con diálogos bien construidos, como dije antes, y una narración casi cíclica que comienza y termina con una discusión padre e hija, aunque hay un recurso narrativo que se utiliza sólo una vez al comienzo del segundo acto, de manera forzada, y que además no se repite más en el resto de la película. Este recurso es un cambio de punto de vista desde la llegada al lugar de la nueva profesora hasta la violación, comenzando con Paulina (Dolores Fonzi) y luego continuando con los integrantes de esta proto-patota.

Por último y quizás lo más polémico y original de La Patota es que pese a haber una violación, la injusticia social y la desigualdad en la que viven los miembros de la patota, tiene un peso drámatico mayor al ultraje sufrido por el personaje de Dolores Fonzi. Lo que desencadena que la protagonista, firme ante sus convicciones por medio del raciocinio, se insensibilice cortando toda empatía que pudo haber generado con el espectador desde el inicio de la película.

Conclusión

La Patota es una película que generó expectativas en el público gracias a la prensa que tiene y su premisa como remake, lo cual es original para nuestro cine, a lo que se debe sumar un tema sólido, buenas actuaciones y una estética destacable, sin embargo ya sea por falencias narrativas o decisiones temáticas del autor no termina siendo un film que pueda satisfacer al espectador. De todas formas, si cuentan con el dinero y el tiempo, siempre es enriquecedor que vayan a las salas y saquen sus propias conclusiones.